Hace tiempo que Ports de les Illes Balears no tiene buena imagen entre los vecinos de Fornells, hartos de esperar que el ente público dependiente de la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas del Govern aporte alguna solución a las reiteradas demandas de mejora en la zona. El malestar crece cada día, según explica el presidente de la Asociación de Vecinos de Fornells, Antoni Sintes. Al retraso que acumula la promesa de reubicación de la gasolinera instalada junto al puerto en 2007 "de forma provisional", la "suciedad del varadero" y la pesadumbre por el incumplimiento del anuncio del Govern de crear 50 nuevos amarres base en la dársena, se suma ahora, la "incorrecta ubicación" de un puesto de chucherías junto al muelle.
Esta nueva piedra en el zapato ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia vecinal. "No estamos en contra del puesto, pero donde está no es el sitio adecuado porque ocupa unos 15 metros de longitud y dificulta el paso de los peatones, de los vehículos de emergencia y de los pescadores, aparte de que quita las vistas de los comercios y restaurantes de la zona", explica el presidente de la entidad vecinal. "El año pasado ya protestamos pero nadie nos hizo caso. Además ahora está todo el día, ni siquiera lo desmontan", añade. Al respecto recuerda cómo a finales de 2009 Ports de les Illes Balears decidió reubicar "por razones de seguridad" la parada de autobús que estaba situada junto al depósito de la gasolinera del puerto, lugar donde curiosamente ahora se encuentra el cuestionado puesto de chucherías, "el peligro es el mismo", advierte sin comprender la posición de Ports. Sintes aporta una solución y propone su reubicación junto al parque infantil situado al otro lado del muelle.
Amarres de base
El presidente de la asociación de vecinos de Fornells también expresa su malestar por el incumplimiento del Govern de la promesa de crear en la bahía 50 nuevos amarres de base para todo el año. Explica que el anterior vicepresidente de Ports, Manuel Patiño, se comprometió a iniciar la asignación de dichos amarres en octubre del año pasado, sin embargo a día de hoy la situación sigue igual. La lista de espera para lograr un amarre público o de base, es decir, de carácter permanente durante tres años en el puerto de Fornells llega hoy día a las 387 solicitudes. La lista apenas se mueve desde que se creara hace 16 años –básicamente porque no se generan plazas libres– a pesar de que los solicitantes están obligados a pagar 80 euros por estar inscritos en ella. Esta circunstancia está provocando que muchas embarcaciones propiedad de vecinos de Fornells sean tratadas como si estuvieran en tránsito y por tanto se ven obligadas a pagar a Ports tarifas mucho más caras, además de estar expuestas a cambios de ubicación, dando origen a un creciente malestar entre los propietarios. Según explica el presidente de la asociación de Vecinos, Antoni Sintes, él mismo se ve obligado a pagar el triple por su amarre durante temporada alta. "Por mi barca de cinco metros y medio de eslora pago unos 60 euros mensuales, pero en los cuatro meses de la temporada alta pago como una embarcación de tránsito unos 200 euros al mes y quienes tienen barcas con más eslora pagan hasta 500 o 600 euros", explica indignado.
La dársena de Fornells dispone en la actualidad de cerca de medio centenar de amarres de base, a todas luces insuficientes a tenor de la demanda existente si miramos la lista de espera. Sintes explica que los nuevos amarres serían asignados a los solicitantes inscritos en las listas de espera por orden de antigüedad y en función de las esloras de las embarcaciones. "Seguiremos luchando para lograr lo que nos prometieron", remarca.
Una gasolinera peligrosa
El presidente de la asociación de vecinos de Fornells también critica "el peligro" que supone la presencia de un depósito de combustible en el corazón de este núcleo urbano y reitera la demanda vecinal de su urgente reubicación en el futuro polígono industrial, así como la reubicación del varadero, igualmente situado junto al depósito y donde habitualmente se reparan embarcaciones. "El surtidor debería estar a la entrada de Fornells y el combustible llegaría a este lugar a través de unas conducciones subterráneas, como sucede con el Aeropuerto y el puerto de Maó", indica.
El conseller de Obras Públicas, Jaume Carbonero, tras visitar la zona a principios de año, señaló al respecto que el futuro Plan Director del puerto de Fornells propondrá la reubicación de la gasolinera en una zona de dominio público ubicada a la entrada del pueblo, lugar donde también podría ser reubicado el varadero. La zona es de titularidad de la Demarcación de Costas, y por ello el Govern quiere solicitar a esta administración que le revierta el uso de los terrenos.
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