La impresión general del primer día de rebajas, por parte de la mayoría de tiendas consultadas, era buena aunque tranquila. Ante el temor que todo pudiera ir peor, la mañana de ayer, más que la tarde, fue concurrida en la mayoría de los comercios que han rebajado sus productos hasta un cincuenta por ciento, aunque no todos empiezan tan alto y escalan los descuentos para empezar.
Los comerciantes añoran los tumultos de otros años y han notado una bajada en relación al turismo que lamentan, "la política actual nos afecta muy negativamente a todos", aseguraba la propietaria de Sa Lluna, "se nota que hay menos turismo que el año pasado y mucho menos aun que hace tres o cuatro años", comenta Águeda Goñalons de Complements, lo mismo que opina Cecilia Sevillano de la tienda de ropa Nac, que tiene un outlet todo el año.
Cati Vinent de Pons Quintana opina que en una zona turística como Menorca las rebajas deberían empezar aun más tarde "las rebajas este año se presentan tranquilas, en correspondencia al momento que vivimos y los precios que ofrecemos ahora son realmente atractivos". En APTC Inma Paz reconocía que por la mañana esperaban encontrar gente, en la puerta no había nadie, "hasta las doce no se ha animado", no obstante por la tarde sí había gente esperando, "la gente compra con más miedo que antes, se lo piensa antes de comprar algo, ya no hay las compras locas de antes".
Los compradores en cambio echan en falta una diversidad mayor de productos y unos precios en general más asequibles con o sin rebajas. Al contrario que los vendedores, la mayoría de gente entrevistada querría que las rebajas empezaran una semana antes como en la Península. Se da el caso de marcas que fuera ya ofrecen mayores descuentos que en la Isla y esto no gusta. Comprar por comprar se ha terminado, al menos en tiempo de crisis. Ahora se adquieren productos por necesidad y teniendo en cuenta el precio.
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