Las previsiones meteorológicas anunciaban para ayer una jornada no demasiado playera, con chubascos incluidos. El día amaneció gris, pero en Macarella lució durante gran parte del día un sol espléndido. A las 14 horas, cerca de un centenar de coches estaban estacionados en el parking privado, tras haber abonado previamente los cinco euros. Algo que no deja de sorprender a los turistas, gran parte de los cuales opinan que es un robo que te hagan pagar por acceder a una playa pública, pero más sorprendente aún es que la mayor parte de los visitantes pasen por caja, eso sí, después de escuchar las advertencias del empleado de la finca sobre los inconvenientes que implica la otra ruta. Comentaba un matrimonio llegado de Valencia que no sabían si les habían timado, pero que optaron por lo más cómodo, pagar, porque tienen una hija pequeña.
Servicios
Explica la madre del bebé que cuando decide ir a una playa virgen no espera de ella "ningún tipo de servicio" y ni siquiera de socorrismo, aunque en esa cuestión no está todo el mundo de acuerdo. Hay turistas, como Jordi Gómez, de Valencia, que se extrañan de que en un lugar turístico como Menorca, las playas no estén vigiladas mucho antes del 15 de junio y más allá del 15 de septiembre. Algunos otros visitantes, que prefieren permanecer anónimos, no entienden tampoco que en una playa en la que casi una cuarta parte de los bañistas eran ayer niños no exista un servicio de emergencias médicas.
Limpieza
Mientras los políticos siguen buscando una salida al problema del aparcamiento, el de las medusas tiene peor solución, aunque este año aún no han llegado de forma masiva como en otras temporadas. En ese sentido, los bañistas suelen ser comprensivos al entender que es algo natural, y según cuentan los expertos provocado en parte por el cambio climático. Ése es el caso de Teresa del Río, una residente para quien la presencia de los invertebrados no supone ningún perjuicio, aunque sí muestra, en cambio, su preocupación "por la mala imagen que da a la Isla la basura que se acumula en los arenales", y hay que reconocer que en Macarella ayer había unos cuentas plásticos y botellas en el agua, al igual que el pasado fin de semana en Cavalleria "que era un auténtico basurero", confiesa.
Accesos
Está previsto que a lo largo de esta semana entre en funcionamiento los paneles luminosos que informan sobre el nivel de ocupación de las playas de Ciutadella, al igual que los servicios de vigilancia en los arenales vírgenes.
Recientemente también se han ejecutado labores de desbroce y limpieza por motivos de seguridad en el Camí de Sant Joan de Missa, que da acceso a las playas del litoral sur, aunque los trabajos sólo han alcanzado hasta la ermita donde se celebrarán próximamente las fiestas de Ciutadella.
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