Aguiló, este jueves en la Església del Carme de Maó, durante uno de los ensayos para el concierto que ofrecerá el lunes | Gemma Andreu

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Agustí Aguiló Orfila (Palma de Mallorca, 2010) tiene tan solo catorce años, pero ya lleva sobre sus espaldas una interesante carrera musical. Sorprende ver a alguien tan joven afrontar conciertos de órgano en solitario, pero él confiesa que lo hace «con mucha tranquilidad,  preparándome las obras del concierto de los grandes compositores que he programado». Melodías que sonarán este lunes en la Església del Carme de Maó (20.30 horas).

¿Conoce el órgano con el que va a tocar? ¿Y algún otro de Menorca?

—Sí, lo conozco, es un instrumento ideal para el estudio. Tiene dos teclados y pedal, y creo que la ubicación en la que se encuentra le da un buen resultado, gracias a la buena acústica que hay en la iglesia. Conozco el órgano monumental de Santa María, es un órgano portentoso y extraordinario, y uno de los mejores de Europa, donde recientemente ha ofrecido un concierto el prestigioso organista internacional Juan de la Rubia. También conozco y he tocado el órgano de la parroquia de Santa Eulàlia de Alaior y el de la parroquia de Sant Martí de Es Mercadal. Tengo previsto conocer el órgano del Convento de San Agustín de Els Socors, y el de la Catedral de Ciutadella.

¿Cuándo comenzó a demostrar su pasión por la música?

—Empecé a una edad temprana a tocar el piano con mi madre. He nacido envuelto en un gran ambiente musical familiar. Mi padre, Agustín Aguiló Bordoy, es director de orquesta y violinista, y mi madre, Montse Orfila Brulles, es compositora, pianista, y arquitecta. Entré en el Conservatorio Profesional de Palma a los 8 años y cuando tenía 10 años di mis primeros conciertos de piano en la Fundació ACA, en Búger. El próximo año iniciaré el tercer curso de profesional de piano, donde estudio con el profesor Joan Roig, y órgano con el profesor y concertista internacional Bartomeu Manresa.

¿En qué momento se decantó por el órgano?

—He sido cantor de los Vermells de la Catedral de Mallorca y he acompañado el órgano a la Escolanía. Allí descubrí el órgano y hace casi un año y medio que estudio este maravilloso instrumento, y estoy dando mis primeros conciertos de órgano. En un ensayo tuve mi primer contacto con el órgano de la catedral. Cuando vi que una sola persona podía manejar un aparato de aquellas dimensiones y experimentar todos los sonidos, me sentí muy atraído.

¿Qué recuerdos tiene de la primera vez que lo hizo sonar?

—En realidad, la primera vez que lo hice sonar, me parecía como una cabina de un avión, con muchos botones y pedales. Me acuerdo que sacaba un registro y me llamaba mucho la atención cómo un tubo escondido detrás de los teclados podía hacer el sonido que sacaba y así con todos. Es lo más parecido a una orquesta sinfónica.

No parece que sea un instrumento fácil de tocar. ¿Practica mucho?

—Practico todos los días durante los momentos que puedo. Vivo en Palma de Mallorca y ahí estudio con un órgano muy parecido al de la iglesia del Carme de Maó, la Parroquia de Santa Teresita de Jesús. Cuando vengo aquí de vacaciones, en Menorca, estudio con el órgano de la iglesia del Carme de Maó.

¿En el órgano de qué iglesia o catedral le gustará tocar algún día?

—Me haría mucha ilusión conocer el nuevo órgano que pondrán en el año 2026 en la Catedral de Mallorca, porque dicen que será espectacular, ya que de momento solo suena el pequeño, que fue el primero que conocí.

¿Tiene decidido hacer carrera con la música o planea llevar también a cabo otros estudios?

—Tengo decidido que dedicaré mi vida al órgano, ya que es lo que más me gusta.

Veo que en el repertorio del concierto  hay varias partituras de Bach. ¿Es su compositor favorito?

—Sí, Bach es la música, y el compositor más prestigioso de todos los tiempos.

¿Considera que un intérprete tan joven pueda ayudar a acercar a la juventud a mostrar interés por la música clásica y el órgano?

—Perfectamente, porque hoy en día hay pocos intérpretes jóvenes y sobre todo que se dediquen al órgano. Creo que es una buena manera para acercar a los jóvenes a motivarse por la música y a descubrir todos los misterios interesantes que esconde el órgano.

¿Qué otro tipo de música le gusta?

—Me gusta mucho desde la música antigua hasta la contemporánea. Quiero aprovechar la entrevista para  agradecer especialmente al padre Llorenç Sales Barber la gran atención que tiene conmigo.