La Fundació Numa ya tiene casi todo a punto para estrenar un centro cultural que está llamado a convertirse en todo un referente en Ciutadella y reforzar la posición de Menorca dentro del mundo del arte. El espacio, en el barrio de Sa Quintana, abrió ayer sus puertas para dar a conocer las instalaciones a la prensa, diferentes entidades y autoridades, y de paso mostrar el material de la exposición con la que abren esta iniciativa, una colección de obras del artista holandés Caspar Berger que lleva por título «Inner Voice».
Estamos hablando de una muestra que destaca por la espectacularidad de sus esculturas, para las que se sirve de materiales como el bronce o la silicona, entre otros materiales, pero en la que también tiene protagonismo el vídeo y los elementos multimedia. Una propuesta, destacan desde el centro cultural, en la que «el arte trasciende lo visual para tocar el alma. Berger es un visionario en el ámbito del arte conceptual y te invita a un profundo viaje de autodescubrimiento».
La colección de esculturas que ocupa la planta baja de Numa.
El creador estrena así en la Isla una propuesta que comenzó a tomar forma en el tiempo hace cuatro años y que se nutre de los elementos que son una constante en su carrera. Entre ellos figura «la identidad y cómo nos aproximamos y relacionamos con el espacio que va más allá de nuestra piel» explica el artista, quien explora cómo ello puede conducir a «una relación problemática con el mundo exterior». Es por ello que esa voz interior a la que alude el título de la muestra es «muy importante», reflexiona Berger, quien plantea preguntas como «cuál es tu dirección, tu intuición y cuán auténtica es tu voz interior».
El escultor hace gala de un arte conceptual en el que los eventos contemporáneos y el canon histórico-artístico desempeñan un papel principal, apuntan desde el centro cultural. El autorretrato y su propio cuerpo son un punto de partida recurrente para sus obras de arte que exploran temas como la libertad, la mortalidad y los sistemas o las creencias políticas, añaden. Su obra se divide en una sucesión de extensas series sobre temas titulados «Piel», «Esqueleto», «Universo» y «Espíritu».
El equipo al frente del proyecto, ayer en la puerta principal.
No es casualidad que el holandés haya sido el elegido para protagonizar la primera exposición en Numa. Un proyecto que, según explica la presidenta de la fundación, Marie Hélène Beharel, gira en torno a «presentar un tipo de arte que nos lleva a cuestionarnos sobre el mundo en que vivimos y cómo podemos elevarnos para aprender de la diversidad. Todo ello con la vocación de mostrarnos algunas puertas de entendimiento de lo que somos», puntos de conexión con la obra de Berger.
La exposición «Inner Voice» estará abierta al público durante seis meses, pero la intención es que el nuevo espacio cultural programe actividades durante gran parte del año. El próximo martes abrirá sus puertas y visitar el centro costará 15 euros (8 para residentes). Además de Beharel, son también patronos de la fundación Joan Pons Moll, Macià Coll, Cati Jover y Andreu Cardona.
El apunte
Un proyecto que «teje» colaboraciones y que se articula en diferentes espacios
Marie Hélène Beharel aludió durante la presentación al espíritu «participativo» del proyecto y a la importancia de «tejer colaboraciones». La sede central de Numa cuenta con un patio de unos 500 metros cuadrados, un edificio con dos plantas expositivas (que suman otros 300 metros) y una terraza con vistas a la ciudad. Parte de la muestra también se exhibe en el jardín de la finca colindante, S’Albufera (solo visitas guiadas), y algunas de las obras de «Inner Voice» recalará en julio y agosto en el Espai Sant Josep y en el Museu Can Saura.
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