Revolver, que el año que viene cumplirá ya 30 años sobre los escenarios, ha sido sin duda un grupo que ha dejado huella en el panorama musical español, no solo por su prolífica producción discográfica, sino también por la energía con la que acostumbran a defenderla en directo. El pasado mes de febrero editaban «Capitol», su duodécimo álbum de estudio, pero que más allá de un número representa un cambio importante en el proyecto liderado por Goñi. Y es que las catorce canciones que lo componen marcan el paso del amparo de una multinacional para pasarse al lado más independiente de la industria, la autoedición.
En lo artístico, «Capitol», título que hace alusión al conocido hotel de la Gran Vía madrileña en que fueron compuestas las canciones, representa de alguna forman un regreso a las raíces. «Yo sigo a lo mío, sin casarme con nadie, aunque no hay dos sin tres», canta en una de las canciones que mejor define esta nueva etapa artística, «Perdí lo que no tuve». El disco, según explica el propio artista, ha sido una herramienta para contar lo que le ha sucedido durante los últimos tres años «de piel para adentro».
Dejando de un lado el mensaje, y centrándose en lo estrictamente musical, en esta nueva andadura artística de Goñi al frente de Revolver se apuesta por el folk-rock más que por el rock a secas. Todo ello como resultado de un proceso en el que lleva ya años depurando su estilo en solitario, previo paso a su salto a la aventura independiente. Cabe recordar que Goñi, tras su marcha del mítico grupo de pop nacional Comité Cisne, firmó en 1988 por la compañía Warner, bajo cuya paraguas inició una carrera marcada por el sonido del rock americano.
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