El Camí de Cavalls es mucho más que un simple camino. Estamos hablando de un sendero que es historia y cuyo origen se remonta a Jaume II (1243-1311), cuando según cuentan dicho rey ordenó a sus hombres mantener un caballo armado para la defensa de la Isla y la vigilancia de sus costas. Así comenzó a tomar forma una ruta que se ha convertido en todo un emblema para Menorca, entre otras cosas por el esfuerzo que se realizó en su día para abrirlo al público como consecuencia de una reivindicación que tomó como base, además de motivos históricos, también culturales y sociales. Un proceso que arrancó en 1996 de la mano de la Coordinadora para la recuperación del Camí de Cavalls y que concluyó en 2010 con la inauguración de la vía como camino público incluido dentro de las rutas de Gran Recorrido europeas (GR-223). Es por ello que para los habitantes de la Isla tiene un significado que va más allá de lo puramente histórico.
Ocho siglos después de su creación, el Camí de Cavalls se ha convertido además en todo un reclamo turístico. Ligado al mar que siempre bordea, su recorrido va más allá de la tradicional oferta de sol y playa, con una propuesta que lejos de la estacionalidad turística se postula como una alternativa para todo el año. El camino, ideal para ser recorrido tanto a caballo, como a pie o en bicicleta, se ha convertido en una vía perfecta para el disfrute de la naturaleza y también como escenario de diferentes pruebas deportivas.
El trazado se divide en 20 etapas, cada uno de los cuales permite adentrarse en la variedad paisajista de la Isla y conocer su patrimonio natural e histórico. Toda una aventura turística repleta de historia y naturaleza.