Ponsetí fue recibido por directivos, familiares, amigos y las banderas de su municipio, Ciutadella, y del propio Es Nàutic | Javier Coll

TW
0

«Contentísimo, aunque todavía no me hago a la idea». Estas fueron las primeras y emocionadas palabras del regatista del Club Nàutic Ciutadella, Pere Ponsetí, este lunes nada más llegar entre aplausos y abrazos al aeropuerto de Menorca. El menorquín llegaba de Kiel (Alemania), donde había logrado la hazaña de ser tercero del Mundial de Láser 4.7, meritorio podio que llevaban años sin lograr en Es Nàutic. Por eso, el presidente Tolo Carrasco, el técnico Toni Mascaró y directivos –junto a familiares y amigos –quisieron recibir con honores y agasajar a Ponsetí.

Impresionado por el caluroso recibimiento, el ciutadellenc reconocía que en Kiel su intención era «ir a disfrutar del campeonato y darlo todo al ser mi primer Mundial», aseguró nada más pisar la Isla. Ya más tranquilo, señaló que la base de este tercer puesto mundial estuvo «en empezar con buen pie y muy motivado, luchando cada día y en cada prueba para mantener la posición».

Un Pere Ponsetí que siguió insistiendo en lo inesperado de este podio, por buena que fuera su preparación: «Poco a poco me voy haciendo a la idea. Para mí supone un reconocimiento a todo mi esfuerzo durante los años que he estado navegando», exclamó, centrado en su nueva y próxima etapa en la EBE (Fundació Balear de l'Esport), «y cambiaré de categoría, de Láser 4.7 a Láser Radial. Y continuaré en la competición».

Un Ponsetí, como todo su entorno deportivo y familiar, convencido de acertar en su nuevo destino, Palma de Mallorca. «Creo que es el mejor camino para compaginar mis estudios con el deporte y la competición», zanjaba eufórico y sin para de recibir felicitaciones este lunes el regatista de Es Nàutic.