Rita ejerce como fisioterapeuta y practica deporte siempre que puede | Javier Coll

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La genética lo ha tenido sencillo con Julia Rita Román (Maó, 25 años). Hija de Fernando Rita, que fuera primer menorquín olímpico en los Juegos de Barcelona 92 como integrante del equipo español de vela, Julia es un ser competitivo por excelencia, una devoradora de disciplinas deportivas que a tan corta edad ya ha experimentado alegrías, decepciones, sacrificios y recompensas propios en una deportista de élite.

Kárate, natación, bádminton, vela, ciclismo, triatlón, surf... y cualquier práctica que le pongan por delante, Julia nació para competir. El ansia de superación gobierna la vida de esta joven fisioterapeuta desde que tiene uso de razón, incapaz de vivir sin agitar sus músculos lo que la convierte en una 'rara avis' en la Isla.

Residió en California durante un curso académico, estuvo cerca de emular a su padre y acudir a los Juegos de Londres, en 2012, también en el equipo español de vela, vivió tres años becada en el Centre de tecnificació de la Escola Balear de l'Esport, en Palma, y aunque ahora ya ejerce su profesión, no descarta una nueva aventura olímpica para Río 2016. Ha tenido dos propuestas para intentarlo mientras peina las olas invernales en la costa norte o en la de Indonesia, este pasado octubre, y ahora quiere disputar los juegos IGA de Jersey con Menorca.

¿Cuántas disciplinas deportivas ha practicado como federada?
Muchísimas. Empecé en kárate, luego jugué al bádminton, en Primera División Nacional, con el CB Maó, y con 15 años cada fin de semana ya salíamos fuera a competir. La vela la empecé con 13 años pero llegó un momento en que mi padre me dijo que no podía hacer tantas cosas porque ya empezaba a competir internacionalmente y tenía que estudiar.

¿Y entonces?
Seguí con vela y bádminton. En seguida me pasaron a la clase Europa porque yo era muy grande para el optimist. Acabé el bachillerato y seguía con las dos disciplinas, pero como había logrado buenos resultados en la clase Europa la Federación Balear me propuso prepararme para las olimpiadas en Palma, en la clase olímpica 470 y me fui a la EBE con la condición de compaginar la preparación con la carrera universitaria. Estuve tres años y perdimos la selección en 2012 aunque yo lo dejé antes porque no tenía 'feeling' con mi tripulante, era muy negativa y me machacaba mucho sicológica mente. Nosotras íbamos bien pero el otro barco español era el segundo del ranking y solo había una plaza.

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