La de Juan Carlos Rivero es una de esas caras que le resultan familiares a todo el mundo. Basta con haberse puesto alguna vez ante el televisor para haber visto a este periodista madrileño de 48 años narrando algún evento deportivo, no en vano lleva toda una vida en Televisión Española. Su currículum asusta: cuatro Eurocopas, tres Mundiales y cuatro Juegos Olímpicos le han tenido como testigo.
No está mal para este madrileño que entró en el periodismo deportivo de rebote hace 26 años. También pone voz a los partidos de la selección española que se retransmiten por la cadena pública y presenta el mítico "Estudio Estadio", los domingos por la noche en la 2, donde se hace un repaso a cada jornada de Liga.
Rivero acude cada año a pasar sus vacaciones en Menorca, "un paraíso" que "no tiene nada que ver con otras costas", según él, porque "han sabido cuidarla". "Me trajo mi mujer tras el Mundial del 94", rememora. Se diría que este hombre no mide el tiempo en meses o en años, sino en Ligas o Mundiales, una impresión que refuerza la pasión con la que habla sobre fútbol.
¿Siempre quiso dedicarse a la información deportiva?
No, de hecho acabé en ella por casualidad. Cuando terminé la carrera hice prácticas en una emisora que después absorbió Radio Nacional. Un día me preguntaron '¿te apetece narrar un partido?', y fue así como empecé. Después, me pasé a la televisión.
Son muchos años dedicados al fútbol. ¿No le cansa?
No, en absoluto. Soy un apasionado del fútbol. No me canso nunca, e incluso vería más partidos si pudiera, pero en mi familia se enfadarían, así que tengo que dosificarlo un poco.
¿Qué momento recuerda con más emoción?
Sin duda, el oro de España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Porque fue un momento muy especial, donde el deporte español despegó, la organización fue redonda, la ciudad se volcó... Y también porque se ganó como en el Mundial, con un gol de Kiko en el último minuto.
¿De qué forma se definiría a usted mismo como narrador?
(Reflexiona) Es difícil... Creo que soy apasionado. Me gusta y me divierte locutar. Y creo que si soy capaz de retransmitir lo bien que me lo paso durante un partido, le tiene que llegar a la gente.
¿Cómo sienta ver el Mundial por otra cadena?
Como trabajador de la dirección deportiva de TVE, me fastidia. Me encantaría tener los derechos de los mayores eventos, pero el coste de estos se ha disparado en los últimos años: los últimos mundiales (1990, 1994 y 1998), que retransmitimos costaron algo más de 3 millones de euros entre todos, mientras que el de Sudáfrica ha costado unos 90 millones de euros.
No pueden competir con esos números...
No, una televisión pública tiene que justificar sus gastos. Ahora, el panorama está mucho más fragmentado, pero aun así seguimos emitiendo mucho deporte como los Europeos de Atletismo, el motociclismo, el Tour, y este año volvemos a emitir la Champions.
¿Qué opina sobre el estilo de las cadenas competidoras?
Es normal que apuesten por estilos diferentes para diferenciarse. Pero esos modelos son efímeros, fíjese en La Sexta, por ejemplo. En un principio apostó por Andrés Montes, que en paz descanse, pero no le renovaron. La gente acaba cansándose.
En TVE tienen una forma mucho más clásica de narrar...
Nuestro estilo perdura. Trabajamos para todos, nuestro público es universal, tanto mayorías como minorías. Una broma en nuestro canal no se encaja igual que en otros.
¿No hay demasiado forofismo en el periodismo deportivo?
Hasta cierto punto es saludable que haya un debate más ácido, como cuando hacíamos "El Rondo". Tenga en cuenta que triunfa más una opinión disparatada con cero argumentos que una razonada. Llega más y da más audiencia.
¿Qué espera de la temporada que viene?
Creo que la única posibilidad del Real Madrid es Mourinho. No es un tipo de entrenador que me entusiasme, pero reconozco que tiene el máximo nivel. El Madrid lleva dando vaivenes mucho tiempo, pasan entrenadores, presidentes... El Barcelona aún está algunos peldaños por encima.
¿Por qué hay tanta diferencia entre las canteras de uno y otro?
En el Barça han apostado por los futbolistas formados allí. El Madrid lo hacía antes, pero ha abandonado el modelo. De la cantera pueden salir jugadores con calidad y, sin duda, con más compromiso que los fichados fuera.
¿Cómo ha afectado la crisis al fútbol profesional?
Últimamente he hablado con intermediarios y me dicen que el mercado está parado. Muchos clubes vivían del dinero de la construcción, y les ha arrastrado el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Se debería bajar el listón.
Muchos jóvenes conocerán su voz porque aparece en un famoso videojuego...
Sí, he hecho los comentarios del Pro Evolution Soccer durante cinco años. Estuve encantado, y eso que la primera grabación fue durísima: tuve que introducir 10.000 expresiones en una semana de trabajo. Y eso, sin ver nada, sólo imaginando situaciones. Después fue más fácil, sólo tenía que renovar las locuciones.
¿Me dirá de qué equipo es?
No. Soy de la Selección y me gusta el buen fútbol.
¿Por qué elige Menorca para sus vacaciones?
Porque es un paraíso. No tiene nada que ver con otras costas, han sabido cuidar la isla. Me trajo mi mujer tras el Mundial del 94, y venimos desde entonces. Además, tengo amigos y sigo al Sporting. Hago igual que Raúl, que al acabar los encuentros preguntaba qué había hecho el Menorca Bàsquet.
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