Hoja de alineaciones del República Dominicana-Ubekistán, en el Parque de los Príncipes. | F.F.

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A lo largo de estos años, he vivido y contado muchas cosas a través de las páginas del diario o bien ahora ya desde la web. Pero la experiencia que me ha brindado estos Juegos eleva el listón a cotas insospechadas. Bien saben que el fútbol no es lo mío, aunque de joven me pateé muchos campos de Regional haciendo crónicas. Una buena academia de ese periodismo que ya no se estila ni se enseña. Pero vamos al grano.

Del Parque de los Príncipes tengo el recuerdo de aquel gol de Platini y ese balón que se le escurrió a Arconada. Ayer pude estar allí, para presenciar un partido de fútbol del torneo olímpico. Como hice días atrás en Niza con la selección española femenina de nuestras tres mallorquinas: Mariona, Patri y Cata.

Lo que nunca podía imaginar es que mi misión sería cubrir un Uzbekistán-República Dominicana. No me he equivocado. Y había un ambientazo. Y buena entrada para ser las tres de la tarde de un caluroso martes. ¿Y qué se me había perdido allí? Pues otra curiosidad de esas que escriben la historia olímpica balear. Tras el 'suizo' Mateo Sanz y el 'británico' John García Thompson, el único ibicenco en París 2024 jugaba con el equipo caribeño: Omar de la Cruz. Y su ejemplo es el de que los sueños pueden convertirse en realidad.