El exseleccionador nacional de fútbol femenino. | Efe - FERNANDO VILLAR

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El abogado del exentrenador de la Selección femenina Jorge Vilda ha puesto en duda este viernes los testimonios del hermano y de un amigo de Jenni Hermoso, a quien ha tildado de «exagerado», al considerar que no hubo «coacción alguna» de su representado a la jugadora para que ayudase a Luis Rubiales.

La defensa de Vilda, ejercida por el abogado Luis Jordana de Pozas, ha denunciado en su informe final que durante el juicio que celebra la Audiencia Nacional por el beso que el expresidente federativo dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial de 2023 y desde el inicio del procedimiento se ha cuestionado «sin rubor» la presunción de inocencia de los acusados.

«Hemos empezado con una víctima, seguimos con una víctima y espero que no acabemos con una víctima, sino con una denunciante, cuyas pretensiones no se han acogido», ha afirmado el letrado de Vilda, que afronta una petición de año y medio de cárcel por coacciones a Jenni Hermoso para que dijese que beso fue consentido.

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Tras citar al catedrático Enrique Gimbernat, el abogado ha aseverado que «claro que una persona salvajemente violada es víctima de una violación, pero nadie es víctima de nada si se está discutiendo la atipicidad de la conducta», es decir, si hay o no delito. Tras repasar la versión de Vilda, su abogado ha dejado claro que en el relato de lo sucedido «no hay coacción alguna», un delito para el que es necesario impedir a alguien hacer lo que quiere hacer o «compelerle a hacer» lo que no quiere «con violencia e intimidación».

Ha deslizado que la conversación que mantuvo con el hermano de Jenni Hermoso en el avión de vuelta a España es diferente según quien la cuente, y ha analizado la declaración del familiar de la futbolista para afirmar que, incluso con su versión, tampoco habría coacción. En su opinión, lo que contaron tanto el hermano como un amigo de Jenni Hermoso «no está acreditado». «Iba a decir que es falso, bueno, yo no voy a acusar de falso testimonio con la misma alegría como las acusaciones que han dicho con otro», ha dicho en alusión implícita a Luis de la Fuente, de cuya versión dudo la fiscal.

«Es tan contrario a la lógica sostener en el testimonio de estas dos personas la existencia de una coacción que es, con todo el respeto a las acusaciones, casi una osadía», ha señalado. «Rogar no es intimidar; rogar es pedir», ha aseverado el abogado, en relación a que Vilda pidió al hermano de Hermoso que hablase con ella para tratar de rebajar la «bola mediática» -como él dijo- que produjo el beso. Y si habló de las consecuencias personales y profesionales para la internacional fue, según el letrado, porque le preocupaba los efectos de la presión mediática en su rendimiento y su vida.

En un duro alegato en contra de las acusaciones, el abogado ha cargado contra las acusaciones por tratar de sembrar sospechas sobre cualquier empleado de la Federación, «que es una especie de ente mafioso con pactos de silencio». Y ha llamado la atención en que pidan para Vilda inhabilitación para profesión relacionada con el ámbito deportivo, diciendo con ironía que no podrá ser 'caddie' de golf.