Tanto el feudo unionista, en uso desde verano de 1924 y que a inicios del presente año 2022 ha pasado a ser propiedad municipal, como el recinto migjorner, del que hace apenas dos semanas se cumplieron 50 años de su construcción, entonces promovida por la asociación de padres de familia de la localidad, si bien en la actualidad la instalación también pertenece a la administración municipal, disfrutaron durante el primer lustro del presente siglo, en consonancia con el resto de recintos futbolísticos de la Isla, de la implantación de césped artificial en sus terrenos de juego, inversión asumida en su día básicamente por el Consell.
Sin embargo, la renovación del césped artificial, cuya duración no excede de los quince años, se ha ido demorando más allá de lo necesario y sugerible, a diferencia de la mayoría de campos de la Isla, en los que sí se intervino (para beneficio de sus inquilinos), una situación de agravio que se aventura, al fin, a su epílogo.
San Carlos
En el caso del campo unionista, su condición de instalación privada hasta hace escasos meses, cuando el Ayuntamiento lo adquirió por una cantidad de alrededor de dos millones de euros, dificultó sobre manera en esos años las diligencias para acometer el cambio de césped, hasta el punto de que no se pudo encontrar la fórmula o el mecanismo legal para que las instituciones pudieran asumir y justificar ese gasto.
Pero la coyuntura ya es pasado y el futuro inmediato del histórico campo de San Carlos pasa por la reimplantación de una nueva moqueta de césped artificial. De hecho, durante las negociaciones para su venta fue uno de los puntos que se puso sobre la mesa como una de las primeras inversiones a realizar.
En principio la obra se llevará a cabo a mediados del próximo mes de septiembre. En agosto el campo acogerá el concierto de Joan Manuel Serrat, a inicios de septiembre devendrán las fiestas de Maó, y luego, dentro de ese mes, se abordará la mejora, que se prolongaría por espacio de unas tres semanas.
Cuanto menos, esos son los plazos que ha delineado la Administración. «No está todo cerrado, quizá lo esté en dos-tres semanas», explica al respecto el concejal de Deportes, Carlos Montes, que en cualquier caso entiende que en breve debe quedar todo totalmente perfilado.
La inversión, casi íntegra, recaerá en el Consell, en virtud de un convenio de la primera institución insular con el Ayuntamiento, indica Montes, y oscilará los 300.000 euros, una cantidad algo superior a lo que implicó la inversión en el Estadi Maonès, feudo del CD Menorca, pero que se debe al «incremento de costes». Recordar que en resto de campos de la Isla, también el Consell hizo la práctica totalidad de la inversión.
Y además del cambio de césped, San Carlos podría disfrutar de alguna otra mejora, mucho más modesta, que afectaría a la grada principal.
Los Nogales
Y en lo que atañe al campo en el que se aloja el CD Migjorn, en el preámbulo de los fastos conmemorativos del 50 aniversario del club verdiblanco, que justamente se fundó para conceder actividad al recinto, la alcaldesa de la localidad, Antònia Camps, confirma a este diario que uno de los ‘regalos' para celebrar tan significativa efeméride será la renovación del césped, precisamente cuando también la instalación ha recién celebrado su primer medio siglo de vida.
«Está muy deteriorado y se trata de una necesidad», estima la alcaldesa acerca del césped del feudo verdiblanco, que por otra parte siempre ha puesto en valor la labor de la entidad, no tan solo a nivel de población, sino igualmente como un vehículo de promoción de esta en el exterior. De titularidad municipal, el campo de Los Nogales y sus aledaños, que en su momento fue una creación a pleno del pueblo –pues todo el mundo en Es Migjorn Gran en aquel ya lejano 1972 se involucró y aportó– ha ido creciendo en infraestructuras y prestaciones con el discurrir de los años, siempre bajo el amparo institucional.
También en esta oportunidad, la reimplantación del césped correrá a cargo del erario público, si bien en su caso los plazos nos trasladan a 2023, aunque Camps no precisó una fecha concreta (tampoco cifras), sí emplaza la obra para el año próximo.
San Carlos y Los Nogales, dos recintos rezagados en parangón al resto de escenarios de la Isla se aprestan a un necesario cambio de alfombras.
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