El CD Alcázar rubricó con suficiencia la victoria lograda ayer ante el Bàsquet Mallorca y lo sometió con un concluyente 97-60. Los 37 puntos de diferencia final fueron fiel reflejo de lo que sucedió en un partido que se enturbió algo a dos minutos de su final, con un "rifirafe" entre el local Isra Vargas y el visitante Kane que acabó con falta descalificante para ambos.
Pero ese detalle no desluce en absoluto una victoria perfectamente encarrilada desde principio y con el conjunto de Sínia Costabella siempre comandando el marcador, a pesar de que es cierto que en los dos primeros cuartos el equipo mallorquín opuso una resistencia que se diluyó tras el descanso.
Apoyados en su gran trabajo en la pintura, los rojillos finalizaron el primer cuarto con una ventaja de diez puntos (24-14). En el segundo se dio la mayor igualdad, cuando el Mallorca Bàsquet colocó un 16-14, aunque el 40-28 que iluminaba el marcador seguía pesando en el conjunto visitante.
Y más que pesó en el tercer cuarto. El Alcázar marcó un parcial de 17-2 que, sumado a la ventaja acumulada, fue imposible de recuperar para un Mallorca Bàsquet del que se esperaba más, y que significa la segunda victoria para los rojillos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.