berrocal. El técnico ordena a sus jugadores durante el partido del pasado sábado ante el Canarias - Paco Sturla

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El margen de maniobra se ha reducido ostensiblemente para el Menorca Bàsquet una vez quebrada su brillante reacción el pasado sábado con la derrota frente al líder, Iberostar Canarias.

El equipo de Josep Maria Berrocal, al que le faltó la regularidad defensiva para enlazar el cuarto triunfo consecutivo, desperdició así una oportunidad piripintada -jugaba en casa- con la que dar el paso fundamental para presentar su candidatura a las dos primeras posiciones de la clasificación, ahora más propiedad que nunca del propio Canarias y del Lleida. Después de caer frente a Guillén, Donaldson y compañía, el Menorca Bàsquet queda a tres victorias de los dos colíderes del campeonato cuando han transcurrido ya once jornadas del mismo, a dos del Burgos y a una de La Palma, próximo rival, y del Melilla.

En las seis semanas restantes para la conclusión de la primera vuelta, al Menorca le quedan dos rivales de postín que le superan en la clasificación, el UB La Palma, revelación hasta el momento, y el Lleida de Ricard Casas, confirmado ya como candidato a todo en esta nueva edición de la Adecco Oro. Estos dos compromisos aparecen ahora como claves para evitar el corte con respecto a la zona más noble de la categoría antes de que se alcance el ecuador liguero. De lograr el triunfo, el Menorca habrá superado con muy buena nota el terrible mes de noviembre e inicio de diciembre en el que ha tenido que enfrentarse a los rivales más capacitados del campeonato (Granada, Burgos, Melilla, Canarias, La Palma y Lleida). Un balance de 5-1 sería la constatación del progreso para el equipo que continúa jugando sin americano por la lesión de Coppenrath. Una nueva derrota, bien en La Palma bien ante el Lleida, supondría un registro más discreto, y si fuera incapaz de superar a ambos rivales volvería a sentirse rodeado de dudas por su lejanía respecto a la cima de la tabla.

El Menorca ha crecido en intensidad defensiva y mentalidad para superar adversidades puntuales aunque ante el Canarias se olvidara de ello. En todo caso, suceda lo que suceda, el plantel todavía tiene un largo recorrido para mejorar sus prestaciones.

A partir del Lleida, siempre sobre el plano teórico, el calendario reduce su exigencia para los menorquinistas puesto que se medirán a los equipos que ocupan la zona baja de la tabla, a excepción del Palencia que comparte seis triunfos y sólo está una plaza por debajo del cuadro mahonés. Al Palencia le seguirán el Huesca del menorquín Jan Orfila en Maó, Tarragona en El Serralo e Iruña Navarra, de nuevo en la Isla para cerrar la primera vuelta.