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Las matemáticas dicen que todavía hay opciones de permanencia. Pero también indican que el margen cada vez es más estrecho. Y, sin engañarse: el ambiente que flota alrededor del Menorca Bàsquet es el de asimilar que el descenso cada vez es más real, y que la necesaria victoria, más allá de seguir alimentando vanas esperanzas, debe servir para animar al propio colectivo, por un lado, y para ofrecérsela a una afición que se la merece.

El siguiente compromiso es mañana por la tarde ante un Cajasol Sevilla que muy probablemente tiene la mente puesta en la ciudad italiana de Treviso, donde disputará su primera Final Four de la Eurocup en semifinal directa y complicadísima ante la Benetton local.

No es previsible, por tanto, que el equipo que entrena Joan Plaza vaya a hacer un esfuerzo desmesurado en Bintaufa. Es más, la intuición indica que puede reservar a sus máximos exponentes a poco que pueda: la cita de los sevillistas en los próximos días 16 y 17 es lo más histórico que habrán jugado, solo superable con una final que le enfrentaría al ganador del otro partido, un inédito Unics Kazan-Cedevita Zagreb.

En el bando del Menorca Bàsquet la semana ha sido algo especial, con las sesiones programadas en horario vespertino, entrenamientos especiales en playa o visitas a escuelas. Dos de los jugadores más característicos de la plantilla, Ciorciari y Otegi, se referían a ello. "Visitar a los chicos, las escuelas, la gente que nos da apoyo, es un placer.

Te hacen olvidar la situación que estás pasando y sirve para cargar pilas", decía el argentino. "Estamos intentando hacer cosas diferentes para salir de la rutina y no estar todo el día pensando en lo mismo", decía Urko.

Ambos recuerdan la participación europea del Cajasol. "Ellos en la liga ACB no han tenido buenos resultados, así que vendrán a ganar. No creo que les vaya a afectar la Final Four" y "siempre que un rival tiene un partido más importante en una competición europea viene más prevenido", dicen uno y otro. Pero el base insiste en la idea principal: "hay que regalar a la afición y a nosotros mismos una victoria que se desea. Queremos acabar el año de la mejor manera, para irnos con la cabeza alta".