Una de las cosas peculiares del baloncesto actual es que no permite el empate. O gana uno o gana el otro, pero siempre resta un perdedor al que sólo le consuela aquello de haber cedido con un juego que augura futuras alegrías. Para qué engañarse, a estas alturas el juego no salva una categoría donde sólo vale ganar. Y en estas se enfrentan este mediodía en el San Sebastián Arena el Menorca Bàsquet y el Lagun Aro, dos equipos que precisan con urgencia una victoria que hoy puede venderse más cara que nunca, especialmente tras la derrota cosechada ayer por el Manresa en Valladolid que puede permitir al Menorca salir de la zona de descenso.
Los mahoneses han ganado en sus dos visitas anteriores a San Sebastián y hoy puede lograr la tercera aprovechando la dinámica negativa en la que se halla su rival.
Los vascos acumulan siete derrotas consecutivas, cuatro de ellas en casa, que prácticamente le ha devuelto a la Liga en la que está peleando el Menorca Bàsquet. Por ello, el conjunto de Pablo Laso se ha tomado el choque como una final ante un rival que no quiere que sea directo, ya que esperan volver a cotas más altas porque tiene potencial para ello.
El Menorca Bàsquet, con Diego Ciorciari a un ritmo más bueno y Urko Otegui estrenando su rol de papá, llegaron ayer tarde a San Sebastián acompañados por los seguidores menorquines a bordo de un vuelo Air Europa, con la obligación de ganar al haber perdido el Pavelló su condición de fortín. Los jugadores de Paco Olmos parecen acusar cierta presión en casa, donde también encadenan cuatro derrotas consecutivas, algo que el técnico de Valencia espera arreglar imponiéndose en el San Sebastián Arena 2016, aprovechando el parón, en formato vacaciones, que regala la Copa a los equipos más modestos.
Pero todavía no es el momento para relajarse. La batalla ante el Lagun Aro será dura, sobre todo en la pintura. El equipo de Laso cuenta con más centímetros y más kilos que el Menorca, pero Olmos ya señaló en la previa que una condición indispensable para arañar el triunfo en Donosti es hacerse con el rebote, aspecto que hasta el momento se le ha dado bien al Menorca y que ayuda a disimular la falta de acierto en el tiro.
El duelo Panko-Victor y la aportación del francotirador Baron serán otro atractivo a orillas de La Concha.
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