Un claustro de docentes de un colegio público de Palma reunidos al inicio del curso. | M. À. Cañellas

TW
26

La falta de profesores de ciertas especialidades, como Matemáticas y Lengua Castellana y Catalana es un problema que no deja de crecer y que dificulta la apuesta del Govern por aumentar las horas semanales dedicadas a estas asignaturas. Por ello, la Conselleria d’Educació prevé varias medias para tratar de garantizar cubrir el máximo posible de plazas cada curso.

La idea es incrementar las plazas de oposición para que se puedan presentar más personas a estas especialidades; además, se contempla suavizar las exigencias que se piden a los docentes para dar clase en estas materias. Así lo confirmaron a este diario    desde la Conselleria tras explicar estas propuestas a los sindicatos en la Mesa Sectorial d’Educació, con motivo del borrador de los nuevos planes de estudios que ahora está en exposición pública y que, por lo tanto, todavía puede sufrir cambios.

Noticias relacionadas

La modificación estructural de los currículos se hace con el objetivo de mejorar los resultados académicos del alumnado balear, que son muy bajos. Aumentar horas, sin embargo, no implica que esto cambie, como señaló en una entrevista con este diario el coordinador del Col·legi Professional de Docents, Antòni Salvà. Depende más de cómo se invierte el tiempo y qué metodologías se emplean. Preguntada sobre la calidad de la enseñanza matemática, la directora general de Ordenació Educativa, Maria Isabel Salas, admitió en estas páginas que «ya se hacen buenas formaciones, pero es más complicado incidir en este aspecto».

Desde el sindicato ANPE reclamaron en la mesa sectorial que los aumentos horarios previstos en los borradores no impliquen la pérdida de los profesores del resto de asignaturas que verán reducido su tiempo de enseñanza, como es el caso de Valores Cívicos y Ética y Tecnología. La diputada del PSIB Amanda Fernández también avisa de que Valores se recorta de dos a 1,5 horas semanales en 5º y 6º de Primaria.

El sindicato plantea que se consideren las horas de libre disposición que tienen los centros para poder minimizar estos efectos, así como hacer uso de horas del trabajo de investigación, disponer de optativas afines, conceder ciertas coordinaciones, ocupar cargos de tutoría o cotutoría o destinar horas del departamento de orientación.