Baleares lidera las estadísticas de siniestralidad laboral en España desde hace más de una década. | Gemma Andreu

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Baleares arrastra un problema de siniestralidad laboral del cual no consigue deshacerse. Lidera las estadísticas de accidentalidad en el trabajo en España desde hace más de una década y el año 2024 no ha sido una excepción. Hasta el mes de octubre, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, Baleares registró un total de 19.522 accidentes en jornada con baja y 8 mortales, con una media de 341,4 incidentes al mes por cada 100.000 habitantes, la mayor del país con un centenar por encima de la media española.

Salvo en 2020, año de pandemia en que descendió a la tercera posición, Baleares mantiene durante un largo periodo de la serie histórica el triste liderazgo de la siniestralidad laboral con índices de incidencia que van desde los 306,38 accidentes por cada 100.000 habitantes del 2021 postcovid, el más bajo de la serie registrada por el Instituto Balear de la Seguridad y la Salud Laboral (Ibassal) desde 2012, a los 425,59 del año 2017, el más alto.

Precisamente unos meses después de producirse este máximo registro de accidentes en 2017, el Parlament de les Illes Balears aprobó el 24 de julio de 2018 la Ley de promoción de la seguridad y la salud en el trabajo en las Illes Balears, el primer texto normativo de estas características en la Comunitat, con la intención de reducir los elevados índices de siniestralidad en las Islas y mejorar la detección de enfermedades profesionales, en especial en el sector de la hostelería.

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Fruto de la nueva normativa, el Govern creó el Instituto Balear de la Seguridad y la Salud Laboral (IBASSAL) como órgano científico y técnico en materia de prevención de riesgos laborales.

Patronales y sindicatos coinciden en destacar que la siniestralidad ha descendido en lo que llevamos de año respecto al anterior, aunque desde CCOO Balears matizan: «En realidad descienden los accidentes leves, sobre todos las lesiones osteomusculares, que suelen ser derivadas al sistema de salud en vez de a las mutuas, mientras que los accidentes graves aumentan», afirma Cati Ginard, secretaria de acción sindical del sindicato.

Según Mavia Isern, responsable de Desarrollo y Proyectos de CAEB, las lesiones musculoesqueléticas (fracturas de huesos o dislocaciones, esguinces y desgarros de ligamentos y tendones,    suponen el 30 % de la siniestralidad laboral tanto en Balears como en el ámbito nacional.

Causas

¿Por qué hay más accidentes laborales en Baleares que en otras comunidades de España? Para las patronales CAEB y PIMEM, uno de los principales motivos es la falta de personal cualificado: «Ante la creciente demanda del mercado se crean empresas con el objetivo de ofrecer una respuesta rápida, lo que conlleva la contratación de personal con escasa preparación profesional», asegura Miren Aldeiturriaga, responsable del departamento de Riesgos Laborales de PIMEM, que añade la temporalidad en el empleo como otra de las principales causas de la alta siniestralidad laboral balear. Además, «el envejecimiento de las plantillas aumenta la probabilidad de lesión o enfermedad», apunta Mavia Isern.

«Estamos viviendo temporadas turísticas históricas con menos personal y más envejecido», destaca Ginard, muy crítica con las patronales: «La excusa es la falta y menos calidad de mano de obra, pero lo cierto es que desde las empresas tampoco se plantean mejorar las condiciones laborales ni se dimensionan las cargas de trabajo en base a las plantillas reales». Para Enrique Aracil, colaborador de la gestora de UGT, que Baleares lidere sistemáticamente la siniestralidad laboral «tiene mucho que ver con su economía intensiva que obliga a las personas trabajadoras a hacer sobreesfuerzos durante unos meses al año y con sobrecarga de trabajo en la mayoría de sectores, que en los últimos años se ha visto agravado por la falta de personal». Aracil echa en falta más inspecciones en los centros de trabajo, «las empresas ya no tienen miedo a la sanciones y eso hacen que incumplan con la seguridad de su personal e inviertan poco en protegerlo».

Medidas

Patronales y sindicatos están llevando a cabo diferentes programas de formación en seguridad y salud laboral. Desde CAEB, dentro del Programa de promoción de la empresa segura, saludable y sostenible que cuenta con el apoyo del IBASSAL, celebran jornadas mensuales centradas en los trastornos musculoesqueléticos (TME), los riesgos psicosociales y la salud mental, objetivos que forman parte de la estrategias nacional y autonómica de seguridad y salud laboral. Isern destaca también que CAEB colabora con proyectos nacionales como Healthy Cities y este año han convocado la cuarta edición de los premios Sanitas PYME Saludable, que incentivan y reconocen las buenas prácticas empresariales en salud y bienestar.

PIMEM cuenta desde hace un año y medio con un Departamento de prevención de riesgos laborales cuya principal labor es promover una «cultura preventiva» a través del asesoramiento sobre la gestión de riesgos laborales en las empresas, según Miren Aldeiturriaga. Publican dos veces al mes las novedades relacionadas con las normativas vigentes e incluyen recomendaciones para sectores específicos. También han incorporado encuestas para evaluar el grado de implicación de los empresarios en la prevención de riesgos. Desde su puesta en marcha, el servicio de prevención ha asesorado a 126 empresarios, algunos de ellos autónomos.

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Tanto UGT como CCOO disponen de delegados en las empresas que velan por el cumplimiento de la normativa de seguridad y salud laboral y que denuncian ante Inspección de Trabajo cualquier anomalía. «UGT Balears realizó más de 850 visitas a obras en construcción durante 2024 y detectó una falta de aplicación de medidas de seguridad, sobre todo en empresas pequeñas». Ginard destaca también la participación de las centrales sindicales en la elaboración de los Planes Anuales de Medidas Preventivas y el asesoramiento a las personas trabajadoras desde el el Gabinete de Salud Laboral de CCOO.

Ginard considera «necesario» el Ibassal, pero pide aumentar su presupuesto «para poder llevar a cabo todas las medidas necesarias». Aracil critica que el organismo autonómico «no está presente en los centros de trabajo y realiza pocas visitas. No todo se soluciona con campañas de prevención en autobuses y folletos informativos».           

Soluciones

Entonces, ¿qué soluciones proponen patronales y sindicatos para que Baleares deje de ostentar el triste liderazgo de la siniestralidad laboral en España?   

Desde CAEB, Isern ve fundamental seguir trabajando en la implementación de un modelo de empresa basado en una cultura de seguridad y salud que, según la patronal «es responsabilidad de todos, empresas, personas trabajadoras, administraciones y ciudadanía en general».

Miren Aldeiturriaga (Pimem) insiste en el concepto de cultura preventiva a través de la formación en las empresas: «Hemos de enseñar a pescar y no regalar el pez para que esta cultura preventiva llegue a empresas y trabajadores».

Para Enrique Aracil (UGT) «hay que reducir las cargas de trabajo, las empresas deben aumentar la inversión en seguridad y salud de sus plantillas    y se tiene que ampliar el número de inspectores de trabajo para que aumenten sus actuaciones».   

Cati Ginard (CCOO) apuesta por «cumplir la normativa de salud laboral, una inspección activa en los centros de trabajo, estudios psicosociales de las plantillas y, cuando la situación lo requiera, la apertura de los protocolos de acoso».