Àlex Casares, presidente de la Asociación para el Desarrollo Náutico de Empresas y Autónomos (ADNEA).

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«Muchas empresas náuticas de Baleares tienen que rechazar proyectos por la falta de trabajadores», así lo pone de manifiesto Àlex Casares, presidente de la Asociación para el Desarrollo Náutico de Empresas y Autónomos (ADNEA). «Al igual que ocurre en otros sectores especializados, el sector náutico enfrenta dificultades para encontrar mano de obra cualificada. Además, la fuerte demanda, especialmente en puestos clave, agrava aún más la situación», expone.

Esto tiene consecuencias muy negativas, ya que «debido a la escasez de trabajadores y a los elevados costes de las instalaciones portuarias muchas empresas se ven obligadas a rechazar proyectos», como se ha indicado anteriormente. Según el último estudio realizado en 2024, en Baleares existen 880 empresas náuticas que emplean a un total de 5.150 personas, con una facturación superior a los 1.100 millones de euros en 2023.

Sin embargo, Casares insiste en que «el personal es escaso, y la falta de mano de obra está llevando a que muchos trabajos técnicos, esenciales para el mantenimiento y reparación de embarcaciones, no puedan llevarse a cabo. Es importante destacar que muchos de estos trabajos requieren trabajadores altamente cualificados».

Ante esta situación, avanza que «desde diferentes asociaciones náuticas, junto con el Govern y las administraciones públicas, se están realizando esfuerzos para formar a nuevos profesionales, pero los resultados aún tardan en materializarse. Así, la demanda sigue siendo mucho mayor que la oferta disponible de trabajadores capacitados».

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Preguntado por los servicios más demandados, Casares responde que «en el sector náutico se necesitan trabajadores en casi todos los gremios: maestros, oficiales y peones. ADNEA, que agrupa principalmente empresas de reparación y mantenimiento, recibe constantes peticiones de profesionales para áreas como pintura, soldadura, carpintería, mecánica, electricidad, interiorismo, rigging, entre otras».

¿A qué cree que se debe la falta de personal?

El presidente de ADNEA precisa que la falta de personal «no es exclusiva del sector náutico ni de España; es una tendencia global. En el caso concreto de Baleares, las escuelas de formación náutica llegaron tarde en comparación con el rápido crecimiento del sector. El aumento de la demanda de trabajos y la introducción de nuevas tecnologías y embarcaciones de mayor tamaño ha sido mucho más rápido que la formación de nuevos profesionales. Además, el alto precio de la vivienda dificulta la llegada de trabajadores de la península a las Islas».

Respecto a las posibles soluciones, resalta que «ADNEA lleva tiempo trabajando con los presidentes de la Autoridad Portuaria de Baleares para que las nuevas concesionarias de Marinas y Varaderos ofrezcan precios más atractivos. Esto permitiría frenar la fuga de clientes a otros destinos y evitaría que las empresas tuvieran que trasladarse a la península. De esta forma, no solo se fortalecería la facturación directa, sino también la indirecta, lo que beneficiaría al empleo en las Islas».

Casares subraya que «el sector náutico es el segundo más importante de las Islas Baleares, generando unos ingresos que representan el 3,1 % del PIB regional. La sostenibilidad es ya una realidad en otros países, y en España, poco a poco, va ganando terreno. La navegación con combustibles no fósiles, como barcos híbridos, eléctricos, de gas o hidrógeno, está en pleno desarrollo, y es esencial que los jóvenes se preparen para afrontar este futuro».