La máxima que dicta que Mallorca, y por extensión Baleares en su conjunto, son de derechas cambió por primera vez de la mano de Francesc Antich (Caracas, 28 de noviembre de 1958), un socialista de soca-rel que logró ser nombrado presidente del Govern a las puertas del cambio de siglo por primera vez en la historia de la democracia de las Islas. Este jueves 2 de enero ha fallecido tras una larga enfermedad a los 66 años de edad.
Su figura política se fraguó con pose calmada desde abajo, y su trayectoria pública partió de Algaida, su pueblo, del cual se proclamó alcalde siendo aun bastante joven.
Corría el año 1991 y en Mallorca el poder de la derecha era casi omnímodo. Seis años estuvo Antich al frente del consistorio algaidí defendiendo la bandera del PSIB, y después desembarcó en el Parlament y en el Consell de Mallorca, siendo nombrado conseller de Medi Ambient en el ejecutivo insular capitaneado por Maria Antònia Munar (UM) en unos años muy complicados para él porque fueron los de la puesta en marcha de la incineradora, muy contestada por los sectores ecologistas y buena parte de la sociedad civil.
Su figura se percibió pronto como la necesaria para llevar a cabo una renovación de la propuesta socialista y en 1998, un año antes de las elecciones que le encumbrarían hasta el Consolat de Mar, obtuvo la vara de mando del PSIB al ganar unas primarias en el partido contra el aparato y contra todo pronóstico. El desgaste del PP, con la caída de Cañellas y la elección de tres presidentes autonómicos en una sola legislatura, dejaron a Jaume Matas (PP) a las puertas de la acostumbrada mayoría. Se abría así la posibilidad de un gobierno de izquierdas en Baleares por primera vez desde la Transición. Antich lo lideró, con Pere Sampol detrás y otros tantos nombres destacados de la izquierda balear.
No fueron tiempos muy apacibles porque el president tuvo que hace de gran pacificador en un Govern en el que llegaron a participar hasta siete formaciones políticas. En ese mandato se aprobó la primera ecotasa, una decisión política que probablemente le costó el cargo, con todos los poderes económicos de las Islas centrados en provocar su caída en el año 2003.
Su segundo mandato como presidente del Govern llegó después de que Matas se sentara en el Consejo de Ministros presidido por José María Aznar. Entre el año 2007 y 2011 volvió a presidir la Comunitat en una legislatura aún más convulsa que la anterior, con constantes escándalos de corrupción de representantes de UM, socios de gobierno de Antich. Tuvo que echar a los consellers de UM y el último año gobernó en minoría en medio de enormes dificultades económicas provocadas por el estallido de la crisis inmobiliaria de Lehman Brothers.
La derrota en las elecciones de 2011 fue esperada, pero dolorosa y el partido decidió que Francesc Antich podía seguir prestando servicios a la Comunitat en su cargo como senador autonómico. Antich ya conocía el funcionamiento de la política nacional porque había sido diputado en el Congreso entre los 2004 y 2007.
Al abandonar sus responsabilidades políticas en Madrid, Francina Armengol intentó que a aceptara el cargo de delegado del Govern en Madrid, pero el expresident optó por incorporarse en calidad de letrado al servicio del Patronato Municipal de la Vivienda y de la Rehabilitación Integral de Barrios del Ajuntament de Palma.
Finalmente en septiembre de 2020 fue nombrado presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB) por orden ministerial publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), para ocupar el cargo por designación del Consell de Govern tras la salida del mismo de su antecesor, Joan Gual de Torrella, investigado por un caso de presunta corrupción. Antich se mantuvo en este puesto hasta el pasado 16 de noviembre de 2022, cuando solicitó formalmente a las autoridades de Baleares su relevo por motivos de salud. Hoy muchos lamentan la pérdida prematura de una figura destacada de la política local balear. Descanse en paz.
2 comentarios
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Despertó la animadversión al catalonio!
La despertó, claro, perdiendo todas y cada una de las elecciones a las que se presentó. Quién despertó a la izquierda fue María Antonia Munar, gran protegida de Antich cuando la de Costitx no las tenía ya todas consigo atosigada por los juzgados.