Un avión de la compañía Iberia Express en la pista de un aeropuerto. | R.L.

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El holding de aerolíneas IAG y Repsol cerraron ayer la mayor compra de combustible sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) para la aviación en España: se trata de 28.000 toneladas de biocombustible entre las compañías Iberia, Iberia Express, Vueling, Brittish Airways y Aer Lingus. De ese volumen total, cerca de 6.700 toneladas serán adquiridas por Iberia Express para utilizar en los aeropuertos de BalearEs para sus rutas con Madrid.

De esta manera, la filial low cost afiliada de Iberia, adquiere suficiente combustible que todos sus vuelos de este año con origen en Baleares y destino Madrid funcionen con un 50 % SAF, el máximo porcentaje certificado hasta el momento por el fabricante de sus aviones: los Airbus329 y A321neo de las conexiones entre las Islas y Madrid. Una vía de acción que, recalca la compañía, «redunda en una mayor sostenibilidad de la conectividad de Iberia Express con el Archipiélago».

Cabe recordar que el SAF constituye la principal alternativa limpia al queroseno, el combustible fósil usado por la aviación. Fabricado con aceites usados de origen orgánico (como el aceite de cocina), el SAF parte por tanto de una materia prima renovable y emite un 75 % menos de CO2 que el queroseno durante todo su ciclo de vida (desde su producción hasta ), además de reducir también emisiones nocivas como la de azufre.

El CEO de Iberia Express, Carlos Gómez, calificó esta operación como de «un paso muy firme hacia la descarbonización de nuestros vuelos». En ese sentido, indicó que «Baleares es uno de nuestros principales mercados y somos muy conscientes de que la conectividad del Archipiélago es crítica tanto para residentes como par el turismo». Por ello, subrayó, se ha decidido invertir en las instalaciones baleares para «reducir nuestra huella medioambiental».

Así, la compra se divide en 3.270 toneladas de SAF para el aeropuerto de Palma; 2.012 toneladas para el aeropuerto de Ibiza y otras 1.384 para el aeropuerto de Menorca.

A esta inversión se suma el hecho de que Iberia Express opera ya el 40 % de sus vuelos con su flota más eficiente, los Airbus A321neo, lo que redunda, destaca la compañía, en su decidida apuesta por la sostenibilidad. Además, descarta en cualquier caso que este impulso a los combustibles renovables vaya a traducirse en un incremento del precio de los billetes.

La operación entre IAG y Repsol supone la mayor compra de biocombustible para la aviación en la historia de España. Con todo, este hito debe constituir solo un trampolín hacia una mayor apuesta de poderes públicos y privados hacia la aviación sostenible. Así lo expresó el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, quien calificó la sostenibilidad de «pilar» de su estrategia y demandó a los gobiernos que «sigan apoyando la creación de una industria de SAF que incremente su disponibilidad y reduzca el precio».