El bebé ingresó vivo pero en estado crítico en la UCI Pediátrica de Son Espases. A pesar de todos los esfuerzos por salvarle la vida, los facultativos no pudieron hacer nada y la criatura falleció. En la puerta del hospital se encontraban una treintena de personas, familiares de etnia gitana que aguardaban conocer la evolución del niño. Cuando se comunicó el fallecimiento, una veintena de ellos irrumpieron dentro del hospital golpeando puertas, cristaleras y todo lo que encontraban a su paso. El personal de seguridad, en total indefensión y sin el material de dotación necesario, trataron de impedir el paso pero fueron arrollados. A un vigilante le propinaron varios puñetazos en el rostro mientras que al resto los empujaron lanzándolos contra el suelo.
La muchedumbre consiguió acceder a la zona restringida donde trataron de localizar a los médicos que habían tratado al bebé para lincharlo. Con suma rapidez, agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), los antidisturbios de la Policía Nacional acudieron al lugar y expulsaron a todos los familiares. Es más, con los vigilantes agredidos trataron de localizar a los agresores, pero los familiares ya se habían encargado de quitarlos del medio y esconderlos para que no fueran detenidos.
Nada más producirse el altercado, el hospital puso los hechos en conocimiento del interlocutor sanitario de la Policía Nacional para que este episodio violento no quede sin castigo. Por su parte, los responsables del caso están analizando las cámaras de seguridad con la finalidad de identificar a los agresores y proceder a su detención. Del mismo modo, se solicita más presencia policial y que cuando los pacientes sean de etnia gitana y se agolpan en el centro médico que sea la Policía Nacional o la Policía Local quienes velen por la seguridad del recinto. Es más, son muchas las quejas por parte de sindicatos de seguridad y vigilantes que acusan a la dirección de Son Espases de dotar a los vigilantes con chalecos de baja calidad y de no permitirles llevar spray de defensa, a pesar de incautar numerosas armas blancas en el servicio. «Con la falsa excusa de que aquí no pasa nunca nada a los que agreden siempre son el personal de seguridad», apunta un exvigilante del centro consultado por este periódico. Además, los profesionales no cuentan con un plus de peligrosidad acorde con el peligro real al que están sometidos.
El hospital de Son Espases se ha convertido en los últimos años en un nido de problemática, conflictos y peligro constante. Los sindicatos acusan directamente a la dirección del centro a su responsable de seguridad de dejar 'vendidos' a los profesionales. «Los vigilantes son la primera línea de batalla y desde la gerencia no se valora su trabajo», concluyen.
Nada más producirse la agresión, el director general de Salut, Javier Ureña, acompañado del director asistencial del IB-Salut, Raúl Lara y del coordinador de la UCI Pediátrica, Juan Carlos de Carlos, visitaron la UCI de Pediatría para hablar con los afectados e interesarse por ellos.
26 comentarios
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Ni los cavernícolas se comportaban así, es su modus operandi, no tienen remedio
mejor sin ellos....pero claro si dices esto eres un racista....pues oye..con comportamientos asi......lamento lo del bebe pero el resto de la familia a la carcel una temporada
Los vigilantes están muy indefensos. Las policías también. Esto sólo lo puede arreglar un Bukele. !Qué país!
Iguales que todos los demás
La multiculturalidad siempre enriquece una sociedad. Aporta diversidad, solidaridad, tolerancia y futuro. El intercambio de costumbres y el aprendizaje mútuo nos hace más sabios, y es la unica esperanza para un futuro mejor para todos. Eso y los coches eléctricos.
Nada nuevo bajo el sol . Esta claro que lo de integrarse y lo de civilizase no entran en sus planes. Vergonzoso!
Son unos impresentables. Si todos hiciéramos lo mismo ya no quedarían hospitales. Y por cierto... Será por lo que aoortan a la seguridad social con sus impuestos y trabajo. Son mala gente y siempre han sido mala gente. Racismo.. Ya, ya...
Ah, pero los agresores son considerados personas vulnerables!
Como familiar de paciente ingresado en muchas ocasiones tanto en Son Dureta como en Son Espases, no es de recibo las prebendas que tienen estas familias ocupando/invadiendo los espacios a su libre albedrío dejándolo todo como una verdadera pocilga y con total impunidad. Aquí no pasa nada. De entrada, ya no deberían dejarles entrar a más de dos familiares (h sido testigo de ver entrar en la ssls de observación a un grupo completo, ser avisados y encima se enfadan).Y tenerlos como vecinos de habitación, da para escribir un libro, situación que también sufrí. No conocen lo que es el respeto, ni la educación ni el civismo.
Siempre son los mismos