Imagen de archivo del expositor de FTI en la feria turística de Berlín, la ITB. | ARCHIVO

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El tercer operador turístico alemán, FTI, está en bancarrota y su situación pone en riesgo las vacaciones de innumerables alemanes que actualmente disfrutan de Balears o quieren empezar a hacerlo en las próximas semanas. Alrededor de 11.000 trabajadores de la compañía con sede en Múnich se ven afectados por el desenlace después de que el rescate planteado a mediados de abril fracasara y han sido informados este lunes de la insolvencia.

Un bufete de abogados de Frankfurt ha sido nombrado como administrador concursal una vez que la quiebra de FTI es ya una realidad. La dirección del touroperador germano había negociado durante el fin de semana con representantes del Ministerio Federal de Finanzas y del Ministerio Federal de Economía una garantía para cubrir un déficit de financiación con el fin de superar el verano, pero el gobierno federal ha rechazado las propuestas y, según informa el diario Bild, los trabajadores han recibido este lunes un vídeo comunicando la bancarrota.

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Incluso antes de la quiebra, los sistemas de reserva ya no eran accesibles, supuestamente debido a un mal funcionamiento técnico. La página web de su propia marca hotelera, Labranda, también fue cerrada por la mañana. Cinco años después de la quiebra del operador turístico Thomas Cook (incluyendo Neckermann, Öger Tours), es la segunda quiebra de un gran operador turístico alemán.

A mediados de abril, el rescate del turoperador parecía al alcance de la mano después de que el inversor estadounidense Certares anunció que compraría la empresa, cuya deuda rebasaba los 1.000 millones de euros. La empresa arrastraba una situación de crisis desde antes de la pandemia del coronavirus y se mantuvo a flote gracias 595 millones de euros del Fondo de Estabilización Económica (FSM) del gobierno federal y otros 280 millones de euros del banco interno UniCredit, garantizados por el gobierno federal y el estado federado de Baviera.

FTI, con sede en Múnich, gestiona alrededor de 90 filiales en todo el mundo y emplea a unas 11.000 personas. En el pasado ejercicio 2022-2023 el grupo generó unas ventas de 4.100 millones de euros.