La medida entró en vigor este sábado para los restaurantes. | M. À. Cañellas

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El Govern ha lamentado la confusión generada con la exigencia de certificado COVID en los bares y restaurantes y ha confiado en que en los próximos días la situación se aclare una vez que los empresarios y los ciudadanos conozcan con más detalle la norma. «Lamento esta confusión», ha señalado la consellera de Salut, Patricia Gómez.

Los bares no tendrán que exigir el certificado COVID a sus clientes aunque el aforo supere las 50 personas, a pesar de que el Govern había anunciado en un principio que todos los establecimientos de restauración quedarían afectados por esta exigencia. «Es normal que sean días de incertidumbre y que el principio no todos conozcamos bien la norma», ha añadido Gómez.

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La consellera ha explicado que la decisión de excluir a los bares de esta exigencia se debe a que son establecimientos donde hay mucha más movilidad, con constantes entradas y salidas de gente y donde hay menos riesgo que en los restaurantes, donde los clientes permanecen sentados comiendo sin mascarilla durante mucho más tiempo.

«Hemos empezado por las zonas de más riesgo y ya veremos cómo va evolucionando la pandemia», ha añadido la consellera. Por ejemplo, Gómez ha recordado que en Menorca, con un nivel de riesgo 3, el certificado COVID se pide también en algunas actividades culturales.

En cualquier caso, la consellera de Salut ha valorado que esta medida haya servido para incentivar la vacunación, con casi 5.000 primeras dosis en una semana. «Todo lo que sea ampliar la vacunación es una satisfacción porque permite que los hospitales tengan menos presión y menos enfermos graves», ha dicho Gómez. La consellera ha recordado que un vacunado contagia la mitad que un no vacunado y que la permanencia del virus en una persona que no se ha vacunado es el doble de quien sí lo ha hecho.