Juicio. El periodista Antoni Alemany junto a Jaume Matas en el banquillo durante la vista - Diario de Mallorca

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El primer juicio del caso Palma Arena, en el marco del cual se han sentado en el banquillo el expresidente del Govern balear Jaume Matas, el periodista Antonio Alemany y otros tres acusados, ha quedado visto para sentencia.

La presidenta del tribunal que les ha juzgado ha puesto fin a la vista oral después de que las defensas de los dos principales encausados hayan solicitado la libre absolución de sus patrocinados y tras haber concedido a los inculpados el turno de la última palabra, del que sin embargo no ha hecho uso Matas: "Muchas gracias, señoría", se ha limitado a decir.

Después de diez jornadas, el juicio ha concluido antes de lo previsto con la exposición de los informes finales por parte de los abogados del exmandatario autonómico y del articulista, quienes han defendido su actuación en torno a la contratación presuntamente irregular de Alemany como redactor de los discursos de Matas. Tras ello, el administrador de la agencia de comunicación Nimbus, Miquel Romero, y el exdirector general de Comunicación Joan Martorell, quienes han alcanzado un acuerdo de conformidad con las acusaciones, han coincidido en asegurar "haber dicho toda la verdad" durante sus interrogatorios.

"Nunca las iniciativas han partido de mí", ha incidido por su parte Martorell, mientras que más extensa ha sido la intervención de Alemany, quien ha aseverado que la función de la Fiscalía "no incluye el insulto ni el menosprecio al justiciable", algo que, según ha criticado, ha sufrido él por parte de los fiscales anticorrupción.

"Esta es mi queja", ha afirmado el periodista, quien ha tildado de "doloroso y un cruel sarcasmo" que los fiscales le hayan acusado de "codicioso" cuando "todo mi patrimonio está hipotecado" y "se han devuelto 167.000 euros, un caso único en la historia de la prensa que demuestra una actitud honesta y recta". En este contexto, ha proclamado su "absoluta inocencia" y la "buena fe" en su actuación, y ha felicitado al tribunal por su labor "ecuánime e implacable que contrasta con la furia de los juicios paralelos".

Ni el expresidente ni su exjefa de gabinete Maria Umbert, no obstante, han hecho uso de la última palabra. En el marco de este juicio, la Fiscalía Anticorrupción reclama ocho años y medio de cárcel y 26 años de inhabilitación para el expresidente balear, mientras que ha elevado a siete años y tres meses su petición para el conocido periodista. Mientras tanto, el pasado lunes el Ministerio Público retiró sus acusaciones contra la exsecretaria técnica de Vicepresidencia, Dulce Linares.

En relación con los tres acusados restantes, la Fiscalía solicita un año y siete meses de prisión para Romero -con las atenuantes de confesión y reparación del daño producido-; dos años para Martorell -con las mismas atenuantes-, y ocho meses de privación de libertad para Umbert.

Cabe recordar que durante la lectura de su informe final, el fiscal Pedro Horrach aseveró que "Matas era un gran gestor, sí, pero no del dinero público, sino de su propia imagen". Y es que así de tajante se mostró a lo largo de su relato en torno a los indicios delictivos que pesan sobre el expresidente del Govern en el marco del primer juicio del caso Palma Arena, y en el que no dudó en expresar su "indignación" al ver cómo "sin escrúpulos no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus actos".

El representante del Ministerio Público reservó palabras también para la figura de Alemany, a quien se refirió como un periodista "rabiosamente independiente excepto del dinero y del poder", al haber resultado beneficiado en el año 2003 de un concurso "totalmente ficticio" que, lejos de dar cumplimiento al objeto para el que fue convocado -contratar una asesoría externa en materia de comunicación- fue utilizado para enmascarar los pagos por la redacción de los discursos del exmandatario del PP.

Es más, en una clara alusión al capitán del Costa Concordia cuando se escudó en que cayó a una lancha salvavidas para alegar que su intención no era huir tras el hundimiento del crucero, el fiscal ironizó en torno a la defensa desplegada por Matas y Alemany durante el primer juicio del caso Palma Arena: "Ambos se cayeron en una lancha que, casualmente, pasaba por allí".