Hace poco leí un concepto en las páginas de un periódico local. Lo subraye. En el artículo se debatía el cambio en la empresa con la incorporación de robots y humanoides en su dinámica empresarial. De repente y después de analizar la situación por varios expertos, la conclusión fue la importancia de la «empatía humana». Ese fue el concepto que subraye. Aquellos que la poseyesen serían gratamente recibidos y permanecerán en las organizaciones. Sea cual sea esta organización. Me llamó la atención el concepto uniendo estas dos palabras «empatía» y «humana». Así la primera se hacía más firme.
Sabemos que empatía es «la capacidad que tienen las personas para transmitir la comprensión hacia las emociones de otros individuos, lo cual implica la capacidad para comprender cómo se siente la otra persona y para hacerle saber que existe esta comprensión». Vista así la definición, solamente serán los humanos quienes puedan por ahora, y digo por ahora, hacer sentir al otro u otra esta verdadera y genuina empatía. Coloquialmente se conoce este término como «la capacidad de ponerse en el lugar del otro». Aspecto que en ocasiones resulta difícil. Existe una intencionalidad o deseo de esta actitud empática por parte del emisor, que quiere realmente ponerse en el lugar de la otra persona, y compartir y validar su sufrimiento sin él/ella sufrir. Para ello, la empatía tiene dos caras: una cognitiva o de pensamiento «quiero ponerme en el lugar del otro/a, calzarme sus mismos zapatos» y otra conductual y afectiva «pondré al uso mi mejor comunicación verbal, no verbal y emociones para comprender y ayudar». Lo más complejo es que esta empatía, denominada ahora en este texto empatía humana, sea genuina y no fingida. Si es hermética, enlatada y programada de manera secuencial qué decir, en que orden, empezando y cerrando la interacción, deja poco espacio a lo natural. A aquello que puede fluir, sentir y hacer sentir. El uso de las emociones, si en el humano son complejas, imaginemos cómo serán para aquellos/as que diseñen, programen y entrenen algoritmos para llegar algún día a expresarlas. Digo expresarlas, porque quiero pensar que sentirlas no podrá un robot hacerlo. Pero eso, la verdad no lo sé. Lo que sí sé es que el desempeño emocional es únicamente para los humanos, definido como el uso de las emociones de forma estratégica para desempeñar la consecución de una determinada tarea.