Imán y martillo
En el mundo del management empresarial, siempre se ha dicho que lo que hace magnéticos a los líderes es la combinación de la fuerza de sus ideas con la pasión con que las mantienen. Leyendo estos días gran parte de lo que se ha escrito sobre la figura de Gabriel Escarrer Julià, uno se puede hacer a la idea del ejemplo de liderazgo inspirador que supuso para tanta y tanta gente su larga trayectoria. Porque cuando detrás de una visión inspiradora se consigue que las personas asuman sus responsabilidades respecto a una serie de valores claros, es cuando aquello se convierte en realidad.
En el caso de Meliá Hotels International, en un éxito sin precedentes. Su ejemplo de liderazgo, me ha hecho recuperar uno de los textos que nos facilitaron en IESE en su momento, cuando hablaban que los directivos, han de dominar el imán y el martillo. Era un artículo donde decía que los máximos responsables, para ser eficaces, necesitan una serie de cualidades que canalicen el esfuerzo hacia un objetivo común con una visión o un rol a imitar que tenga una fuerza tractora, como un imán. Pero al mismo tiempo, necesitan una serie de medidas que hagan realidad el cambio a través de órdenes directas, de una planificación estratégica, de sistemas de control o incluso de incentivos. Esto es el martillo.
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