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El exconcursante de 'Gran Hermano' Carlos Navarro, conocido como 'El Yoyas', que se encontraba huido de la justicia desde 2022 y que ha sido detenido este miércoles en Cataluña en una operación conjunta de Policía Nacional y Mossos d'Esquadra, ha ingresado ya en prisión, concretamente en Brians 1 (Barcelona). Según han informado a EFE fuentes cercanas a prisiones, 'Yoyas' ha entrado en la cárcel de Brians 1, en Sant Esteve de Sesroviras (Barcelona), sobre las 13:20 horas de este miércoles y, en estos momentos, se encuentra en el módulo de ingresos.

Los Mossos d'Esquadra han detenido al exconcursante de «Gran Hermano» Carlos Navarro, conocido como el 'Yoyas', que se encontraba huido tras ser condenado a cinco años y ocho meses de cárcel por delitos de malos tratos y lesiones cometidos contra su exmujer. Según han informado a EFE fuentes policiales, el Yoyas estaba escondido en una casa de la comarca de Anoia y ha sido detenido tras organizarse un dispositivo en el que han participado más de 30 efectivos de diferentes servicios: Grupo de Búsqueda Activa de Fugitivos (GRAF), ARRO y Unidad Canina.

Desde su fuga, Carlos Navarro estaba permanentemente escondido y tomaba muchas medidas de autoprotección para evitar su localización y detención. La orden de búsqueda y detención fue dictada por el Juzgado Penal 5 de las Palmas de Gran Canaria, por violencia en el ámbito de la pareja.

En abril de 2021, la Audiencia de Las Palmas confirmó la condena de cinco años y ocho meses de cárcel impuesta por un juzgado de Gran Canaria a Carlos Navarro al considerarlo culpable de un delito de maltrato habitual y cuatro de lesiones cometidos contra su exesposa, Fayna Bethencourt, en presencia de los dos hijos de ambos, así como de dos delitos leves de vejaciones y amenazas.

La defensa del Yoyas impugnó el fallo dictado en diciembre el Juzgado de lo Penal número 5 de Las Palmas de Gran Canaria al cuestionar las pruebas en las que se basaba la condena y denunciar que los testimonios de sus hijos habían estado orientados por la madre, de la que decía que los tenía «secuestrados». La Audiencia de Las Palmas, sin embargo, no encontró motivo alguno para dudar del criterio del magistrado que examinó los hechos en primera instancia.