Sancho, durante la reconstrucción del crimen.

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El joven español Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, está «convencido» de que le van a «absolver» porque actuó en «defensa propia», según dijo en exclusiva a EFE de cara al juicio que se celebrará a partir del 9 de abril en Tailandia.

«Estoy convencido de que me van a absolver porque se va a demostrar que fue en defensa propia», afirmó Sancho en la cárcel de la isla tailandesa de Samui, al ser preguntado sobre cómo afronta la posibilidad de una sentencia condenatoria por asesinato en un país que contempla la pena capital para delitos de sangre.

Además del cargo de asesinato premeditado, del que se ha declarado no culpable, Sancho, de 29 años, está acusado de la ocultación del cuerpo tras el descuartizamiento, delito este que sí ha admitido y que podría conllevar hasta un año de cárcel.

El español, quien inicialmente confesó el crimen y se encuentra en prisión provisional desde el pasado 7 de agosto, reveló que se encuentra «bien de ánimo» y con ganas de que comience el juicio, que se celebrará entre el 9 de abril y el 3 de mayo en un tribunal de Samui.

«(Me siento) con ganas de afrontarlo, de que por fin se me escuche y poder aclarar las distorsiones, los malentendidos y todas las mentiras que se han dicho», dijo el acusado durante las visitas que EFE le hizo en la cárcel los días 13 y 14 de marzo.

Tras dos meses de investigación policial, la Fiscalía dijo que Sancho «había planeado el asesinato» y que empleó «la violencia» para matar a Arrieta, pero que se desconocía cómo lo había hecho.

«Mi objetivo en el juicio es demostrar que fue en defensa propia. Voy a demostrar lo que realmente pasó», reiteró el acusado, que contestó a las preguntas tras un cristal y mediante un teléfono en la sala de visitas de la cárcel, a la que no se permite acceder con dispositivos electrónicos.

Sancho sostiene que la muerte de Arrieta, que se produjo el 2 de agosto en un bungaló alquilado por él mismo en la vecina isla de Phangan, se debió a una pelea durante la cual el colombiano se golpeó la cabeza.

«Fue una pelea que yo no empecé y que tuvo un desenlace fatal que yo nunca habría querido», argumentó el español, con formación de chef y socio de una empresa de catering, quien sí reconoció que descuartizó el cuerpo del colombiano y repartió los restos en varias localizaciones de la isla, incluido el mar.

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La autopsia de Arrieta, que se incluye en el sumario, no ha conseguido establecer una causa concluyente del fallecimiento al no haberse encontrado algunas partes del cuerpo, entre ellas el torso.

Sancho y Arrieta, que se conocieron a través de Instagram un año antes por su interés común en la gastronomía, habían quedado el 2 de agosto en la isla tailandesa, conocida por las fiestas de luna llena, a la que el español llegó dos días antes y en la que planeaba quedarse varias semanas.

El joven, hijo del actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, quedó bajo custodia policial cuando el 3 de agosto acudió a la comisaría de Phangan a denunciar la desaparición de su amigo y fue detenido formalmente dos días después, tras confesar el crimen del cirujano de 44 años.

A falta de menos de tres semanas de que comience el juicio sobre un caso que ha generado un alto interés mediático, Daniel Sancho prepara a diario su defensa y asegura que confía en los tribunales de Tailandia.

«Creo que se va a hacer justicia cuando por fin se me escuche», apuntó el joven, que aún no sabe qué días declarará en el juicio y que lo hará con un intérprete al español.

Sancho estará representado por el abogado de oficio tailandés Aprichat Srinuel y cuenta con el apoyo de un equipo legal en Madrid liderado por el letrado Marcos García Montes.

La Fiscalía tailandesa le acusa de tres delitos: además del asesinato premeditado y la ocultación del cadáver, Sancho se enfrenta a un cargo por la destrucción del pasaporte de la víctima, que se castiga con hasta cinco años de cárcel.

La familia de Arrieta se personará en el juicio como coacusación a través del despacho español Ospina Abogados y un equipo legal tailandés, quienes aseguraron recientemente que la Fiscalía cuenta con más de 50 pruebas que demostrarían que fue un asesinato premeditado, como los cuchillos que el acusado compró el día anterior a los hechos.

El juicio oral en el Tribunal Provincial de Samui será un proceso largo e intenso de al menos 14 sesiones en las que declararán unos 50 testigos y la sentencia podría dictarse entre cuatro y ocho semanas después.