Imagen de archivo de una corrida en Gijón. | Efe

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La plaza de El Bibio no volverá a albergar la tradicional feria taurina de Begoña, el último reducto de tauromaquia en Asturias, después de que el Ayuntamiento de Gijón, bajo la vara de la edil socialista Ana González, haya anunciado que no renovará la concesión del coso en el que el pasado domingo se lidiaron dos toros llamados «Feminista» y «Nigeriano».

Los nombres de las dos reses, de la ganadería de Daniel Ruiz y que correspondieron al matador Morante de la Puebla, levantaron una ola de protestas de diversas asociaciones feministas y animalistas.

«Se ha acabado la feria taurina», ha afirmado la alcaldesa de Gijón, tras sostener que lo sucedido en la última corrida de la feria de este año ha precipitado una decisión que ya estaba prevista.

La regidora ha asegurado que no se pueden utilizar los toros para «desplegar una ideología contraria a los derechos humanos». «Una ciudad que cree en la igualdad de mujeres y hombres, que cree en la integración, en las puertas abiertas a todo el mundo, no puede permitir este tipo de cosas», ha dicho.

González ha explicado que la idea era terminar la concesión de la plaza de toros y posteriormente ponerle fin, tal y como contemplan las resoluciones de los congresos del PSOE, pero estos hechos han adelantado la decisión.

Por ello, el Consistorio no concederá una tercera prórroga de la concesión firmada en 2016 ni sacará una nueva convocatoria, pese a que el pago de la adjudicataria supone 50.000 euros al año para el Ayuntamiento.

La decisión de la alcaldesa ha sido duramente criticada por el sector taurino y la oposición política.

El presidente de la Fundación Toro de Lidia (FTL), el ganadero Victorino Martín, ha lamentado «profundamente» en declaraciones a Efe el «grave desconocimiento en materia taurina» de la alcaldesa.

«Llamar a un toro de una manera o de otra no significa que se vaya a matar al nombre que representa, en este caso un feminista o un nigeriano. Qué barbaridad. Nosotros los ganaderos ponemos primero los nombres a las madres y luego se masculiniza para dárselo a sus hijos, a los toros que se lidian en la plaza», ha señalado el ganadero.

En su opinión, la decisión de la alcaldesa de acabar con el último reducto taurino que quedaba en el Principado de Asturias «es una locura, una aberración y una excusa barata para atacarnos, una persecución que llevamos sufriendo en los últimos años por parte de algunos dirigentes políticos y en la que todo se coge con papel de fumar, en la que cualquier pretexto es válido para tratar de prohibir los toros».

Por todo ello, espera que la alcaldesa «se lo piense bien» y ha anunciado que, de no ser así, no dudarán en acudir a la justicia para tratar de defender un espectáculo que «es legal» y que está reconocido como patrimonio cultural inmaterial.

En la misma línea, la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), asociación que agrupa a los más importantes ganaderos de España, ha aclarado que, «por exigencia de la normativa para la inscripción de nacimientos de reses de lidia en el Libro Genealógico (dependiente de Ministerio de Agricultura) y con objeto de conservar la trazabilidad de la genealogía, los machos de lidia adquieren directamente el nombre de la madre», en este caso de dos vacas adquiridas por el ganadero en 1986.

La UCTL considera «fuera de lugar y muy desafortunada la polémica claramente intencionada surgida» y exige una «rectificación inmediata» por parte de la alcaldesa de su decisión de poner fin a la feria.