La mujer ya se ha sometido cuatro veces a esta técnica para poder quedarse embarazada. | Pixabay

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Un juez de primera instancia de Barcelona ha autorizado a una mujer a seguir el proceso de fecundación in vitro con esperma de su marido fallecido, aunque la Fiscalía ha recurrido el fallo porque no consta que el esposo, si viviera, estuviera de acuerdo en este momento.

Sonia Álvarez, abogada de la demandante, ha explicado a la emisora RAC1 que «la fiscal dice que el permiso del marido era válido y correcto, pero plantea que si estuviera vivo ahora la relación no sería la misma».

«Viene a insinuar que si estuviera vivo podría haberse divorciado o no quisiera tener hijos. Hace una serie de elucubraciones que entendemos que no son jurídicas (...) Si esto fuera así, los testamentos no serían nunca válidos», ha argumentado la abogada.

La letrada ha defendido que la mujer «como heredera universal, tiene derecho a decidir qué hace con este material genético (...) Estaríamos con el absurdo que ella no puede usar (este material genético) por sí misma pero sí lo podría dar a otra mujer».

La mujer afectada también ha explicado que «alguna clínica me propuso que me podría ir a otro país, pero todo esto es muy duro y no es algo viable».

Su abogada ha mantenido que «la ley estatal prevé la posibilidad de tener un hijo por técnicas de reproducción asistida después de la muerte de la pareja. Y la ley catalana también regula esta situación. Las dos leyes regulan sobre los efectos de esta fecundación, y vinculan el hecho de que en el registro civil ponemos el nombre y la paternidad del padre que ha muerto».

Según la abogada, el juez de primera instancia entiende que «la continuación del proceso no está prohibida ni por la ley catalana ni por la estatal porque no está sujeto a plazos. Se considera que el proceso se ha iniciado dentro de los plazos».

«Si se empieza dentro del plazo, lo que corresponde es dejar que el proceso continúe si no hay causas médicas que lo impidan. Si la ley es clara y no quiere que ninguna mujer pueda fecundarse o tener un hijo pasados los 12 meses, debe decir qué hace con la maternidad subrogada», ha alegado la letrada.

La mujer que quiere tener un hijo engendrado con el esperma de su marido ha explicado que cuando él ya estaba enfermo le pidió que si la enfermedad «iba mal, si le gustaría que yo siguiera con la idea de tener un hijo. Me dijo que sí y me firmó un papel conforme estaba de acuerdo».

«Al cabo de 6 meses (de la muerte de su pareja) consideramos con la psicóloga que ya podía empezar este proceso», ha informado la mujer, que es la cuarta vez que intenta quedarse embarazada con el semen de su marido.

«La clínica dice que no puede seguir si no hay una orden judicial al considerar que ya ha pasado un año desde que comenzó el primer tratamiento», ha aclarado la mujer para explicar por qué el caso ha llegado al juez.

«El juez nos ha dado la razón, pero la fiscal nos ha dado unos criterios que no parecen demasiado correctos. Esto ralentizará muchísimo el proceso», ha lamentado.