Caso mascarillas

El Supremo avala al juez que investiga a Ábalos, a quien tolera sus «exabruptos» a la UCO

Rechaza que el exministro de Transportes esté siendo sometido a una investigación prospectiva o inquisición general

El exministro de Transportes. | Efe

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El Tribunal Supremo ha respaldado la instrucción contra el exministro José Luis Ábalos al descartar que esté sometido a una investigación prospectiva, al tiempo que ha matizado que hay que tolerar sus «exabruptos» a la Guardia Civil porque están enmarcados en su derecho de defensa.

La Sala de lo Penal ha desestimado el recurso de apelación de Ábalos contra una serie de diligencias de investigación acordadas por el magistrado Leopoldo Puente tras recibir el suplicatorio. Rechaza que esté siendo sometido a una investigación prospectiva o inquisición general dejando claro que la investigación, que es «muy preliminar» acerca de su situación patrimonial, «aparece obviamente orientada a la comprobación futura de posibles ingresos indebidos o beneficios económicos vinculados a dichas posibles conductas».

«Nada de lo que aquí se investiga concierne, evidentemente, a hechos ajenos a la referida imputación, desvinculados de la misma, ni constituye una suerte de prospección o inquisición general». Así, aborda todas y cada una de las alegaciones de Ábalos, que rechaza de plano, como las descalificaciones contra la UCO como investigadora de la causa, y coincide con la Fiscalía en que los «exabruptos» del exministro al respecto deben tolerarse al amparo del derecho de defensa.

O el inmueble en Perú, de la Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social (Fiadelso), que el exministro dijo que poco o nada tiene que ver con las presentes actuaciones, una queja que la Sala considera «inasumible», dado que fue el propio investigado el que lo sacó a la luz en su interrogatorio.

Descarta que las testificales le hubieran producido indefensión pues su abogado estuvo presente y avala la citación de su hijo, ya que el empresario Víctor de Aldama dijo haberse cruzado mensajes con él sobre el piso de la Castellana encuadrado en una supuesta comisión al exministro en garantía a unas obras preadjudicadas. Igualmente, se ampara en las acusaciones de Aldama para justificar que procede comprobar si el comisionista envió mensajes a Ábalos, su hijo, el ministro Ángel Víctor Torres y al dirigente socialista Santos Cerdán.