El debate de la vivienda eleva el tono entre la izquierda

La ministra se sintió aludida por Belarra, y de hecho lo fue de forma expresa, cuando la líder morada advirtió que las políticas del Gobierno en materia de vivienda se alejan de las necesidades de la mayoría social, tan solo contentando a los «rentistas». De paso mencionó que Isabel Rodríguez posee tres propiedades. Esta vio la vía abierta y jugó la carta del chalé de Galapagar (Madrid), asegurando que ni con los estipendios de dichas posesiones llegaría a adquirir siquiera la mitad de la residencia que hicieron célebres hace algún tiempo a Pablo Iglesias e Irene Montero.

Este jueves, Belarra ha criticado que el Gobierno use fórmulas que hasta la fecha han sido más propias del «argumentario de la extrema derecha». Según la dirigente de Podemos, la ministra de Vivienda «perdió los papeles», lo que en su opinión desvela el «nerviosismo» del PSOE. Precisamente en las últimas horas Podemos ha redoblado su presión sobre el ejecutivo de Pedro Sánchez, que debe captar sus cuatro votos «imprescindibles» para que los nuevos Presupuestos Generales del Estado puedan prosperar.

Entre tanto Sumar no afloja, en lo que las fuentes socialistas interpretan como su particular pugna con Podemos por ganar influencia en el espacio político a la izquierda del PSOE. Su portavoz en la cámara baja, Íñigo Errejón, calificó la comparecencia de la ministra de Vivienda de «decepcionante». Utilizó expresiones severas, como que Rodríguez presentó ante el Congreso «cero propuestas» y una clara falta de «empatía» ante lo que él ve un clamor ciudadano.

Hace días que la plataforma que presentó a Yolanda Díaz de candidata a las pasadas generales insiste en una línea más ambiciosa en materia inmobiliaria, la de intervenir el mercado, que la que aparentemente está dispuesta a emprender el ministerio del ramo. Al menos de momento, quién sabe qué deparará la negociación presupuestaria. Por si acaso, ni Sumar ni el PSOE vuelan los puentes sobre los cuales se tiende su acuerdo de coalición. Errejón afirmó que no hay «crisis de Gobierno»; la ministra cerró su intervención apelando a sus socios a alejarse de la oposición, con quienes por cierto vienen coincidiendo más que nunca cuando llega el momento de las votaciones.