La presidenta de Madrid (d) junto a la predicadora en el acto organizado por el PP Europeo. | Redacción Digital

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El PP ha intentado este martes zanjar la polémica abierta por la presencia de una predicadora en un acto con la comunidad hispana el pasado sábado al que asistieron Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, y ha dicho estar centrado en los «problemas» de los españoles, que son «muy graves», en palabras de la secretaria general de partido, Cuca Gamarra. Partidos como PSOE y Podemos han criticado duramente al PP por invitar a una predicadora a un acto, destacando que mezclar política y religión «suena a otros tiempos».

Los socialistas han acusado a los 'populares' de utilizar el mismo modelo que el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro. De la misma manera, el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha afirmado que es «enormemente preocupante que el PP introduzca elementos propios del bolsonarismo». Al ser preguntada expresamente si el PP se arrepiente de haber contado con esta pastora evangelista, de la que se ha conocido en su perfil ofrece cursos de sanación para curar la homosexualidad, Gamarra se ha limitado a decir que este lunes dieron «ya explicaciones» y la posición del PP «sobre este asunto».

Gamarra se remitía así a las palabras del portavoz del comité de campaña, Borja Sémper, quien dijo que en el PP, igual que en otros partidos, se le da voz a personas que no pertenecen al PP. Al ser cuestionado sobre si se siente cómodo con la presencia de telepredicadores como teloneros en un acto del PP, Sémper ya señaló que a estas personas no les piden saber lo que van a decir previamente. De esta forma, la 'número dos' del PP ha intentado pasar página de este asunto.

«Estamos aquí para controlar al Gobierno y, por tanto, para centrarnos en aquellas cuestiones que afectan directamente a la vida de los españoles», ha declarado, para subrayar que los problemas de los españoles «son muy graves», como la subida de la cesta de la compra o las hipotecas, mientras el Gobierno se dedica a «atacar a la oposición» y a «discutir entre ellos».

Cuestionada después por el mensaje del vicesecretario Esteban González Pons -borrado después- criticando que los socialistas y algunas televisiones se burlen por ser una pastora evangelista, algo que no harían con un obispo o un imán, y que a su juicio evidencia «hipocresía» y «racismo», Gamarra ha dicho que «no lo había leído». «Pero evidentemente hay que respetar a todas las religiones y todas tienen que tener el respeto por parte de la sociedad, de la primera a la última», ha manifestado.

También se ha pronunciado sobre este asunto el coordinador general del PP, Elías Bendodo. Al ser preguntado si le ha parecido acertada la participación de la pastora evangelista en el acto del PP celebrado este pasado fin de semana, ha dejado claro que la contribución de los miembros de la sociedad civil en la vida política siempre es una «buena elección» y ha subrayado que «el Partido Popular no hace censura previa» sobre lo que se va a comentar en un acto. Aún así, ha puntualizado en TVE que desde el partido «no comparten» el mensaje difundido por esta pastora en sus redes sociales sobre la posibilidad de curar la homosexualidad y ha defendido que «en la sociedad civil hay actores de todo tipo».

Los grupos parlamentarios del Congreso han criticado de forma unánime al PP por contar para un acto del fin de semana con una pastora evangélica, ya que para la izquierda supone una deriva «bolsonarista», mientras que Ciudadanos considera un «peligro» mezclar política y religión, y Vox lo ve oportunista.

Por parte de la izquierda, han llegado más críticas del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que considera que este acto es una demostración de que Ayuso está inmersa en «una especie de competición con Vox», que es quien «alimenta este tipo de locuras». Y el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha llegado a acusar al PP de hacer una «utilización obscena de la religión». «Al Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. La política es para los políticos, no para los predicadores», ha señalado.

Las críticas han llegado también por grupos de derechas, aunque en sentido diferente. Así, el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, asegura que al PP el acto no le ha salido como esperaba porque ha sido «improvisado» al no tener «especial relación con esa comunidad». «Nosotros mantenemos una relación fluida con la iglesia evangélica a lo largo de todos los días, no vamos solo en época electoral a verlos», ha dicho. Por su parte, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha arremetido contra el PP por el «peligro» de mezclar política y religión, algo que según ha dicho en teoría ya estaba «superado».