Imagen de archivo de una urna electoral.

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Si se celebrarán este viernes elecciones, el PP y el PSOE perderían apoyos respecto al 20-D, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que da al PP un 27,4% de los votos frente al 28,7 que logró en diciembre, al PSOE un 21,6 (baja 0,41) mientras que Podemos y sus confluencias retroceden hasta el 17,7 por ciento y Ciudadanos crece 1,6 hasta el 15,6 %.

Pese a eso, si los de Pablo Iglesias y sus socios en Galicia, Catalunya y València se presentaran junto a Izquierda Unida, lograrían el 23,1 por ciento de los votos, superando en 1,5 puntos a los de Pedro Sánchez. Ello les colocaría en segunda posición, pero estarían aún a cinco puntos de los populares.

Con el objetivo de mejorar su posición electoral y poder gobernar, Podemos e IU negocian una coalición electoral, que deberá estar cerrada en las próximas horas.

Además, en Balears, Podem también mantiene conversaciones con los econacionalistas de Més per Mallorca y Més per Menorca y con Esquerra Unida, con el objetivo de concurrir bajo una misma plataforma electoral a los comicios de junio.

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Problemas para los ciudadanos

La falta de Gobierno se coló en el 'top ten' de los problemas del país, ocupando el séptimo puesto de los asuntos que más preocupan a los españoles, entre los que ha aumentado los que descalifican la situación política actual, según se desprende del barómetro correspondiente al cuarto mes del año.

El estudio revela que la mitad de los españoles ha seguido con mucho o bastante interés las negociaciones de los partidos por conformar un gobierno y que este tema ha salido en sus conversaciones con amigos y familiares algunas o muchas veces en estas semanas.

En todo caso, el paro se mantiene a la cabeza de los principales problemas de los españoles (78,4%), seguido por este orden por la corrupción (47,8%), los problemas económicos (25,1%) y la clase política (20,8%).

El barómetro del CIS conocido este viernes se realizó entre el 1 y 10 de abril, en pleno proceso de las negociaciones para formar gobierno que concluyeron sin ningún acuerdo, y cuando ya se conocían los llamados papeles de Panamá. Eso sí, aún no había aparecido en esos documentos de sociedades opacas el entonces ministro José Manuel Soria ni había dimitido.