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El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, comparecerá el 6 de abril ante el pleno del Congreso para informar del último Consejo Europeo, en el que se cerró un acuerdo con Turquía sobre los refugiados, tras lo cual la sesión no continuará con otras iniciativas de control, como pretendía la oposición.

La falta de acuerdo a la hora de fijar el cupo de iniciativas que corresponde a cada grupo político ha imposibilitado esa sesión de control.

Tras la comparecencia de Rajoy, el pleno debatirá y en su caso aprobará llevar al Gobierno al Tribunal Constitucional por su negativa a someterse al control parlamentario, según el orden del día fijado esta mañana por la Junta de Portavoces de la Cámara.

Fuentes del Ejecutivo han confirmado que mantiene su posición de que el Gobierno en funciones no se someta al control de un Parlamento que no le ha dado su confianza, mientras que el propio Rajoy ha dicho en Onda Cero que el control del Congreso a un Ejecutivo en funciones «no tiene ningún sentido» y que su comparecencia para hablar del acuerdo de la UE sobre refugiados es meramente «informativa».

El presidente del Congreso, Patxi López, ha explicado que no ha sido posible incluir preguntas orales e interpelaciones en el orden del día del pleno de la semana que viene, por no haber llegado los grupos todavía a un acuerdo sobre el cupo de iniciativas que corresponde a cada uno.

«Hay que dar plazo para que los grupos lleguen a un acuerdo, porque no ha habido consenso», ha señalado López, tras recordar que a principios de cada legislatura se renueva el acuerdo sobre el número de iniciativas que corresponde presentar a cada grupo parlamentario en los plenos.

A su juicio, el acuerdo sobre los cupos podría estar listo para la Junta de Portavoces de la semana que viene, lo que supondría que en el pleno de la siguiente semana podrían incluirse ya las primeras iniciativas de control al Gobierno en funciones.

López, que ha defendido que la Mesa que él preside ha sido hasta ahora «muy escrupulosa» con la calificación de las preguntas escritas dirigidas al Gobierno, se ha comprometido a «hacer lo propio» con las preguntas orales e interpelaciones a los ministros.

Además, ha defendido que la comparecencia de Rajoy no es un acto informativo, sino que se enmarca dentro del control al Gobierno, porque en el debate que tendrá lugar en el pleno intervendrán los grupos parlamentarios, no solo él.