El Ejecutivo italiano se plantea la posibilidad de emplear a parte de los presos que pueblan las cárceles de Italia en los trabajos de reconstrucción tras los terremotos de magnitud superior a los 5 grados en la escala Richter que han sacudido el norte del país las últimas semanas.
Durante una visita a la cárcel de Dozza, en Bolonia (norte de Italia), la ministra de Justicia, Paola Severino, planteó ayer la posibilidad de que los reos considerados como "no peligrosos" o que disfruten del tercer grado puedan echar una mano para devolver a la región de Emilia Romagna a la normalidad tras una catástrofe que se ha cobrado 24 muertos y 15.000 evacuados.
"En un momento como este que requiere de intervenciones apropiadas, creo que se podría ver también a parte de la población carcelaria como protagonista de una recuperación ejemplar", dijo Severino, en declaraciones que recogen los medios italianos.
"Me gustaría que participaran todas las cárceles de la región y si es posible también de otras. Esto lograría el doble objetivo de hacer que la población carcelaria se sienta útil y que se muestre útil para las personas afectadas por el terremoto", agregó.
Severino explicó además su plan de trasladar a unos 350 presos de las cárceles de Emilia Romagna a otros centros penitenciarios del país para aliviar la situación carcelaria en la región afectada por los terremotos, en una Italia que acusa especialmente el fenómeno de la superpoblación penitenciaria.
El domingo por la noche se produjo el último gran temblor en Emilia Romagna, el tercero de mayor magnitud de los últimos días, de 5,1 grados, tras los de 5,9 y 5,8 grados.
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