El partido islamista marroquí Justicia y Desarrollo (PJD) se perfiló ayer como el ganador de las elecciones celebradas el viernes en Marruecos, aunque los primeros resultados parciales confirman que lo hará sin mayoría absoluta y deberá por ello buscar alianzas para formar un gobierno de coalición.
Según datos proporcionados por el ministro del Interior, Tayeb Cherkaui, el PDJ ha conseguido 80 de los 288 escaños atribuidos tras escrutarse el 73 por ciento de los votos.
Por detrás, y a mucha distancia, se han colocado sus principales rivales, el nacionalista Istiqlal, con 45 escaños, y la Reunión Nacional de Independientes (RNI), con 38.
De confirmarse esta tendencia, el hasta ahora principal partido de la oposición lograría la victoria por primera vez en la historia del país y se colocaría en la senda de Túnez, aunque en el estado vecino el Ejecutivo disfruta de mayor poder.
Nada más conocerse los primeros resultados, el secretario general del PJD, Abdelilah Benkirán, se congratuló por el triunfo y abrió la puerta a las alianzas con casi todas las fuerzas políticas del país, a excepción del partido vinculado a la casa Real.
"El pueblo marroquí ha escuchado nuestro llamamiento: quiere que haya reformas necesarias y quiere también estabilidad (dentro del) sistema monárquico", afirmó.
Benkirán recordó que el PJD lleva 15 años en el parlamento y en otras instituciones y el pueblo "nos ha ratificado" con esta votación, en supuesta referencia a la buena reputación de sus cargos electos.
En cuanto a las posibles alianzas, el líder islamista, asediado por los periodistas nacionales y extranjeros, mostró su preferencia por los partidos que integran la Kutla, un bloque al que pertenecen tres formaciones nacionalistas -Istiqlal, Unión Socialista y Partido para el Progreso y el Socialismo-.
Benkiran precisó, no obstante, que la única formación que queda fuera de sus consideraciones es el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), creado por un hombre muy cercano al rey Mohamed VI y que se ha convertido en el gran enemigo del PJD.
Según la nueva constitución aprobada en julio, el rey encarga gobierno al partido más votado, sin que quede claro qué sucede si esa formación no consigue apoyos suficientes para formar el Ejecutivo.
En este sentido, también parece fuera de las posibles alianzas el RNI, encabezado por el liberal Salahedin Mezuar, gran perdedor de los comicios.
Mezuar afirmó que su formación seguirá con la alianza liberal conocida como G8, de la que forma parte el PAM.
Las formaciones del G8 "siempre han dicho que estarán juntas en el Gobierno o en la oposición. El RNI sigue con la alianza y el pacto de estos partidos", sentenció.
"La Constitución es clara y (dice que) el primer partido es el que tiene la responsabilidad de formar gobierno", resaltó Mezuar, quien recordó que solo en caso de que la formación ganadora no consiga apoyos suficientes "se dará la posibilidad a otro" para que lo haga.
Los resultados definitivos de los comicios se conocerán hoy, domingo.
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