AJdAbIYA. Los rebeldes abren fuego desde la entrada oeste de la ciudad - Reuters

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El Grupo de Contacto sobre Libia no cerró la puerta a la entrega de armas no ofensivas a los rebeldes libios e insistió en la necesidad de que el líder Muamar el Gadafi renuncie, en su primera reunión celebrada ayer en Doha.

"Compartimos el punto de vista de la resolución 1973 (del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia) que no prohíbe el suministro de armas no ofensivas para la defensa propia", afirmó el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini.

El llamado Grupo de Contacto sobre Libia, integrado por representantes de los países aliados en la intervención internacional contra el régimen de Gadafi, celebró ayer su primer encuentro en Catar, después de ser anunciado el pasado 29 de marzo en Londres.

Frattini, que intervino en la conferencia de prensa junto a sus homólogos británico, William Hague, y catarí, Hamad bin Yasim bin Yaber al Zani, señaló que el suministro de armas no ofensivas estaría "institucional y moralmente" justificado porque "Gadafi está cambiando sus tácticas" para atacar a civiles.

"Como no podemos hacer ataques aéreos en las calles, en las plazas, en las zonas pobladas, o hacemos posible que esta gente se defienda a sí misma o nos retiramos de nuestra obligación de apoyar en la defensa de la población de Libia", agregó.

Las necesidades de defensa de los civiles y de los rebeldes libios ocuparon muchas discusiones durante la reunión de ayer, según reconocieron los representantes catarí, británico e italiano.

Hague recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU fijó un embargo de armas "para toda Libia". "Pero en ciertas circunstancias, es posible, de acuerdo con esas resoluciones, proveer a la gente con los medios para que se defienda a la población civil", añadió.
Aun así, Hague hizo hincapié en que el Reino Unido no está haciendo llegar armas a los rebeldes libios, pero sí asistencia de carácter no militar, como equipos de comunicaciones. "La resolución (1973 del Consejo de Seguridad de la ONU) es clara. No habrá ocupación, nos vamos a mantener en eso. No tenemos planes de cambiarlo", indicó el titular de Exteriores británico.

Por su parte, Al Zani, también primer ministro catarí, subrayó que "todas las otras necesidades, incluyendo cualquier equipo para la defensa, Catar, como parte de la comunidad internacional y de esta coalición, lo analizará y lo pondrá a disposición de la población libia para que se defienda".

Como anfitrión de la reunión, Al Zani se encargó además de leer el comunicado final de la misma en la que el Grupo de Contacto insistió en que "es necesario que Gadafi renuncie para que el pueblo libio decida su futuro y comience un proceso político. El régimen libio perdió la legitimidad por lo que debe abandonar el poder".

Asimismo, el Grupo de Contacto considera que el Consejo Nacional Transitorio Interino (CNTI), que "gobierna" temporalmente en las zonas rebeldes de Libia, "es el representante legítimo del pueblo libio para dialogar con él", indicó el catarí.

En ese sentido, Al Zani adelantó que se va a proporcionar ayuda financiera al CNTI y que se va a trabajar para que las organizaciones humanitarias proporcionen asistencia a Libia.
En ese reconocimiento de la legitimidad del CNTI, España dio hoy un paso con el anuncio de mandar permanentemente un enviado especial a Bengasi, la capital de los rebeldes libios, con tareas de "embajador", reveló a los periodistas la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, en Catar.

Por otro lado, sobre la ayuda económica, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento al comienzo de la cita de ayer para recaudar 310 millones de dólares con el fin de apoyar al pueblo libio y aseguró que hasta el momento solo se ha conseguido el 39 por ciento de esta cantidad.

Avances en Misrata
Los rebeldes libios aseguraron ayer que han conseguido algunos "avances" en Misrata, el principal reducto de la oposición en el oeste de Libia, después de fuertes enfrentamientos con las fuerzas del régimen de Muamar Gadafi en el centro y el acceso este de la ciudad.
"Hay parece ir bien, los rebeldes están consiguiendo avances en los enfrentamientos y podemos ver humaredas por encima de la posiciones del Gobierno", declaró un portavoz rebeldes, de nombre Gemal Salem.

Por su parte, los aviones de combate de la OTAN protagonizaron ayer nuevas incursiones aéreas contra las ciudades de Jefra y Aziziya, al sur de la capital Trípoli, anunció la televisión oficial libia.

En Jefra, los ataques se concentraron en la zona industrial y económica de El Hira y provocado importantes desperfectos, señalaron las fuentes antes de agregar que los cazas también "aterrorizaron" a los niños en las escuelas y a las familias en sus casas. Los bombardeos provocaron grandes destrozos en el hospital Amar Asker de la ciudad de Aziziya, subrayaron las fuentes.

La cadena de televisión Al Arabiya informó de que dos grandes explosiones se escucharon no lejos del aeropuerto de Trípoli pero sin dar más detalles.

A primeras horas de la mañana de ayer, aparatos de la OTAN realizaron varios ataques sobre Syrte, la ciudad natal de Gadafi, y también en Misrata, la tercera ciudad más importante del país, asediada desde hace dos meses por las fuerzas leales al régimen de Trípoli.