Senado. Zapatero y Chaves, en la sesión de ayer en la Cámara Alta - Reuters

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La presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sesión de ayer miércoles en el Senado era sabida, lo que ha sorprendido ha sido su intervención, en la que ha defendido la utilización de lenguas cooficiales en esta cámara porque, al fin y al cabo, "son todas ellas lenguas españolas". Aprovechando la votación en el pleno de la Cámara Alta del nuevo Estatuto extremeño, Zapatero ha tildado de "idóneo" el modelo autonómico porque reconoce "una pluralidad que no nace de la Constitución, sino que la Constitución reconoce y ampara". Aunque el presidente del Congreso, José Bono, trató de evitar ayer cuestionar públicamente esta iniciativa, algunas horas más tarde confirmó sus recelos al reconocer que considera que "sería bueno que no llegásemos a posiciones que puedan producir algún tipo de sonrisa maliciosa". No opina así el jefe del Ejecutivo, quien reconoce el plurilingüismo de España y las "diversas identidades" que integran el "marco común de convivencia".

Precisamente en la Cámara territorial, el presidente del Gobierno ha intervenido en pleno debate sobre la eficacia del funcionamiento del Estado autonómico para respaldar el uso de las lenguas cooficiales en el Senado. Así, ha destacado que el modelo es "idóneo" porque acerca la administración a los ciudadanos y porque, además, obedece a la "pluralidad" de España.

Aunque Bono ha reconocido su posición contraria al uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Alta, Zapatero ha instado a representar, tal y como recoge la Constitución, a las "diversas entidades" que integran "el marco común de convivencia" en donde el texto constitucional dispone.

"Las lenguas en que muchas de sus señorías, como tantos ciudadanos, se expresan a diario encuentran hoy un nuevo espacio en la Cámara que está llamada por definición a reflejar la pluralidad territorial. Lenguas que, como reconoce y establece la Constitución, son todas ellas lenguas españolas", ha señalado el jefe del Ejecutivo.

Lealtad
Aunque ha defendido el "valor" y el "vigor" del Estado autonómico, también ha advertido que el modelo implica un compromiso de "lealtad" y de "cooperación". En esta línea, ha lanzado un mensaje a todos los gobiernos autonómicos al decir que el momento actual de crisis demanda que todas las administraciones, cada una desde sus "competencias y responsabilidades", lleven a cabo "un esfuerzo conjunto y exigente de gestión de los asuntos públicos con la mayor austeridad y exigencia posibles".

"Es una exigencia para todos, para el Estado, para las comunidades autónomas y para las corporaciones locales", ha insistido el presidente, quien ha proclamado, el modelo autonómico "sigue siendo eficaz hoy y lo será en el futuro". Para Zapatero, el Estado autonómico está "indisolublemente ligado a la prosperidad" que ha alcanzado España en democracia, "a pesar de los periodos de crisis económica" como el actual. Es más, lo ha calificado como "el más idóneo para gestionar y desarrollar, de un modo equilibrado y solidario, las prestaciones propias del Estado social".