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El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró ayer su "plena confianza en la fortaleza y solvencia de nuestro país", un día después de que la agencia de medición de riesgo Moody's advirtiera de una posible rebaja en la calificación de la deuda pública de España.

Zapatero hizo ese comentario en la rueda de prensa celebrada tras reunirse con el ex primer ministro británico y enviado especial del Cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair, en la que fue preguntado por el anuncio de Moody's, que puso en revisión la solvencia de España, siguiendo los pasos de las agencias Fitch y S&P. "Vamos a ser capaces de reducir el paro y vamos a ofrecer todos los principios que puedan generar más confianza en los mercados y opinión pública en el terreno económico internacional", declaró Zapatero.

El jefe del Ejecutivo español aseguró que las reformas puestas en marcha contra la crisis "van a ser útiles", ya que la economía nacional "mantendrá la fuerza hacia el crecimiento" pese a los planes de recorte del déficit público. Según el presidente, un momento "determinante" para la recuperación de la confianza será la publicación de las pruebas de resistencia y solvencia de la banca europea, ya que "nada hay que genere más confianza que la transparencia". "Expreso mi confianza en la fortaleza de las entidades financieras, que son pilar decisivo para la fortaleza de la economía de nuestro país", añadió Zapatero.

Operación Vivo
Rodríguez Zapatero, evitó valorar el veto del Ejecutivo portugués a la venta del 30 por ciento de Portugal Telecom (PT) en la brasileña Vivo a Telefónica y dijo que espera que se resuelva ese asunto por "los términos del entendimiento y el dialogo". Zapatero subrayó su esperanza de que la operación entre PT y Telefónica se solucione por la vía del dialogo. El Ejecutivo luso vetó este miércoles la venta a Telefónica del 30 por ciento de Vivo en manos de Portugal Telecom, pese a haber sido aprobada por los accionistas de PT, gracias a una "acción de oro" rechazada por los autoridades de la Unión Europea.

El primer ministro luso, el socialista José Sócrates, afirmó ayer que "el Gobierno hizo lo que debía para defender los intereses de Portugal y de Portugal Telecom". La decisión del Ejecutivo portugués se conoció durante la asamblea de accionistas de PT celebrada el miércoles para decidir la venta de las acciones de Vivo, líder de la telefonía móvil en Brasil.