El aaiÚn. Uno de los hijos de Haidar hace el signo de la victoria en el exterior de su casa
EFE Madrid
El Gobierno garantizó ayer que no ha hecho concesiones a Marruecos para que aceptara la noche del jueves el regreso de la activista saharaui Aminatu Haidar y ha atribuido la resolución de este conflicto a las intensas gestiones diplomáticas realizadas, pero la oposición no ha tardado en pedirle explicaciones.
Además de regresar a casa, la activista Haidar ha conseguido reavivar el debate sobre el conflicto saharaui.
Tanto el PP como IU consideran que sí ha habido cesiones a Marruecos y citan en concreto el último párrafo del comunicado que difundió anteayer el Gobierno, cuando era inminente la salida del avión de Haidar, que decía que "mientras se resuelve el contencioso, en conformidad con la posición de Naciones Unidas, España constata que la Ley marroquí se aplica en el territorio del Sahara Occidental".
Fuentes del Ejecutivo han admitido que el comunicado se consensuó con Francia, clave en la resolución del conflicto, y con las autoridades marroquíes, pero han garantizado que con ese párrafo España no reconoce nada nuevo y se limita a "constatar" una situación ya recogida en resoluciones internacionales.
Tras la reunión del Consejo de ministros, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, ha subrayado que la posición española ante el conflicto del Sáhara Occidental es "la de siempre": buscar un acuerdo justo para las partes "que lleve consigo la libre autodeterminación del pueblo saharaui en el marco de las resoluciones de Naciones Unidas".
De la Vega ha agradecido además públicamente la colaboración de Francia, EEUU, la UE y la ONU en este caso porque, ha asegurado, "de otra manera hubiera sido muy difícil solucionar esta situación".
"No hemos hecho concesiones", ha dicho también desde Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Sin embargo, el responsable de Justicia del PP, Federico Trillo, ha denunciado la "torpeza" del Gobierno porque Marruecos ha conseguido su "objetivo": el "reconocimiento" de su "presencia jurídica y legitimidad" en el Sáhara Occidental, y "ahora España tiene mucho que temer".
La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, se ha congratulado del regreso de Haidar al Sáhara, pero ha anunciado ya que el PP pedirá explicaciones por la "concatenación de mentiras".
Ha criticado en concreto el hecho de que Moratinos, "supiera y conociera que la señora Haidar iba a ser expulsada por Marruecos" y lo "ocultara" a la opinión pública.
En la misma línea, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha advertido de que debería haber "una larga explicación" o "alguna dimisión".
El eurodiputado de IU Unida Willy Meyer también ha criticado el comunicado difundido ayer por el Ejecutivo al considerar que supone admitir "por primera vez" por parte de España "la ocupación marroquí del Sáhara Occidental".
Por su parte, Coalición Canaria ha avanzado que exigirá al Gobierno que aclare todo el caso, desde la "entrada ilegal" de Haidar en Lanzarote, y ha reclamado que se reanuden inmediatamente las negociaciones para poner fin a un contencioso que mantiene en una "situación insostenible a los saharauis que viven en el campo de refugiados de Tinduff y en los territorios ocupados"
A través de un comunicado, ERC ha expresado también su felicitación a Haidar por su "lucha, sacrificio y coraje", y ha reclamado la autodeterminación del Sáhara Occidental, por cuanto la propuesta de autonomía de Marruecos es "inaceptable".
La manifestación convocada para mañana en Madrid en apoyo a la activista por PSOE, IU, CCOO, UGT y diversas asociaciones de amistad hacia el Sáhara Occidental se mantendrá con otro objetivo: reclamar una solución para los saharauis.
Según ha explicado en rueda de prensa el coordinador general de IU, Cayo Lara, la huelga de hambre de Haidar ha reabierto un debate que debe llevar a la comunidad internacional a presionar a Marruecos para que cumpla las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara Occidental.
Por su parte, el presidente de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara de España, Carmelo Ramírez, ha confiado en que la atención internacional evite represalias del régimen "dictatorial" de Marruecos sobre Haidar.
La activista promete más lucha y critica al Gobierno
La activista saharaui Aminatu Haidar se mostró ayer, desde su casa de El Aaiún, dispuesta a "seguir luchando hasta el final" por la independencia del Sahara Occidental, y lanzó duras críticas a la actuación de los gobiernos marroquí y español.
Postrada en una cama de su hogar familiar, donde sólo ingiere por ahora agua y suero oral, Haidar se dio un plazo de "un mínimo de dos meses" para retomar su actividad habitual.
Mientras familiares y amigos se agolpaban a las puertas de la casa para dar su bienvenida a la activista, unos pocos íntimos, junto al médico español Domingo de Guzmán, intentaban preservar la calma para que Haidar pudiese reposar en su pequeña habitación.
La saharaui presentaba un buen aspecto físico y aseguró encontrarse anímicamente "muy fuerte", pese a los 32 días de ayuno que ha mantenido para protestar contra su expulsión a España el pasado 14 de noviembre por haberse negado a reconocer su nacionalidad como marroquí.
Con un hilo de voz todavía algo tenue pero muy firme, Haidar relató con emoción el reencuentro con sus hijos, Hayat y Mohamed, la pasada noche, en la que apenas logró dormir.
"Cuando el coche que me traía se acercaba a la casa, el pequeño, Mohamed, echó a correr y se subió al coche en marcha; me asusté mucho", recordó, aferrada a la mano de su íntima amiga, la también activista Elghalia Djimi.
Después de la tensa noche que se vivió el jueves en las calles del barrio de Casa Piedra, donde se encuentra la casa de Haidar, con incidentes entre policía y manifestantes, la tranquilidad regresó con las primeras horas de luz.
Sonrisas poco disimuladas, abrazos y una atención permanente a los televisores delataban que el estado de ánimo continúa por todo lo alto tras el final de más de un mes de zozobra por el devenir de una mujer a la que anoche se homenajeaba con el cántico "¡Aminatu, madre de los saharauis!".
Desde su cama, Haidar dedicó palabras duras para el Estado marroquí, cuya estrategia definió como "estúpida".
"Después del discurso del rey Mohamed VI (el pasado 6 de noviembre con motivo del 34 aniversario de la Marcha Verde), Marruecos ha confirmado que no va a aceptar la legalidad internacional ni las convenciones internacionales ratificadas por el país", dijo a los periodistas.
Para ella, la actual situación "es muy peligrosa, un paso atrás. Nosotros como saharauis no vamos a ceder; nada ha impedido nuestra lucha legítima por la autodeterminación".
El Gobierno de Marruecos informó anoche de que aceptó el regreso de Haidar por motivos humanitarios, aunque insistió en que todo el proceso se inscribe dentro del "respeto total a la ley marroquí y a la integridad del territorio nacional".
En un comunicado, el Ministerio del Interior indicó que el regreso se produjo tras los "llamamientos reiterados, en especial de países amigos, para encontrar, por consideraciones humanitarias, una salida a la situación en la que ella se metió deliberadamente tras rechazar cumplir con las modalidades legales en vigor".
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