Imagen del parlamento portugués. | JOSE SENA GOULAO

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El Parlamento de Portugal rechazó este martes la moción de confianza presentada por el Gobierno de centroderecha del primer ministro, Luís Montenegro, con lo que el país queda abocado a unas posibles elecciones anticipadas. La unicameral Asamblea de la República rechazó la moción con los votos en contra del Partido Socialista (PS), el ultraderechista Chega, el Partido Comunista Portugués (PCP), el Bloco de Esquerda, el partido animalista PAN y los ecologistas de Livre.

Tras una agitada sesión de casi cinco horas en las que el Gobierno trató de salvar el voto de confianza ofreciendo un acuerdo al Partido Socialista (PS), finalmente no logró que prosperara. Montenegro y sus ministros pusieron, desde el principio del debate, el foco en los socialistas, e incluso se mostraron abiertos a «suspender» la moción si lograban algún tipo de acuerdo. Con el pasar de las horas este ofrecimiento se concretó: el Ejecutivo lanzó un órdago y anunció que aceptaría una comisión de investigación parlamentaria que durara 15 días y que indagara en los vínculos del primer ministro con una empresa familiar a cambio del apoyo del PS para continuar su legislatura.

Los socialistas le reprocharon al oficialismo que no era una propuesta «seria», sino más bien «una falta de respeto al Parlamento y al pueblo portugués» porque «15 días no son suficientes». Así que la rechazaron y mantuvieron que votarían en contra.

En el punto álgido de la sesión, esta se suspendió una hora en miras a que el Gobierno pudiera convencer al principal partido de la oposición de que no le retirara la confianza. «Con cierta decepción y tristeza podemos concluir que el PS está empeñado en que el país entre en una crisis política y todos nos veamos obligados a ir a las urnas», dijo el ministro de Asuntos Parlamentarios, Pedro Duarte, antes de volver al hemiciclo.