Fuerzas de seguridad sirias. | Efe - AHMAD FALLAHA

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Familias enteras, incluidas mujeres y menores, fueron asesinadas en la región costera de Siria en el marco de una serie de matanzas sectarias perpetradas por el ejército contra la insurgencia de los leales a Bashar al-Asad, según denunció el martes la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.

La presión sobre el Gobierno islamista sirio para que investigue los hechos ha aumentado tras los informes de un monitor de guerra sobre la matanza de cientos de civiles en pueblos donde la mayoría de la población eran miembros de la comunidad minoritaria alauita de Asad. «En una serie de casos extremadamente preocupantes, familias enteras —incluidas mujeres, menores y personas fuera de combate— fueron asesinadas, y las ciudades y aldeas predominantemente alauitas fueron especialmente atacadas», dijo el portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Thameen al-Kheetan, que utilizó un término francés para referirse a las personas incapaces de luchar.

Hasta el momento, la oficina de derechos humanos de la ONU ha documentado la muerte de 111 civiles y espera que el número real sea significativamente mayor, dijo Al-Kheetan en una rueda de prensa celebrada en Ginebra. De ellos, 90 eran hombres, 18 mujeres y tres menores, añadió. «Muchos de los casos documentados fueron ejecuciones sumarias. Parece que se llevaron a cabo por motivos sectarios», dijo Al-Kheetan a los periodistas.

En algunos casos, los hombres fueron abatidos a tiros delante de sus familias, dijo, basándose en testimonios de supervivientes. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, acogió con satisfacción el anuncio del Gobierno islamista sirio de crear un comité de rendición de cuentas y pidió que las investigaciones fueran rápidas, exhaustivas, independientes e imparciales, añadió el portavoz.