Destrucción en una parte del campo de refugiados de Yabalia, al norte de la Franja de Gaza. | Efe - HAITHAM IMAD

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Uno de los actores más relevantes del panorama internacional como es China ha subrayado en las últimas horas su oposición a cualquier «desplazamiento forzoso» de población palestina de la Franja de Gaza, tras la controvertida propuesta del presidente estadounidense, Donald Trump. Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, ha recalcado que «Gaza pertenece a los palestinos y es parte integral del territorio palestino», apoyando firmemente los derechos nacionales legítimos del pueblo palestino, en base a los fundamentos del derecho internacional.

Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha tildado el plan de Trump de «racista» y «un llamamiento a una limpieza étnica». El grupo islamista palestino ha asegurado que la iniciativa no tendrá éxito y se enfrentará a un rechazo unánime por parte de palestinos, árabes y musulmanes. Estas declaraciones surgen tras la sugerencia de Trump de desplazar a la población gazatí hacia otros lugares bajo el pretexto de reconstruir el enclave, gravemente dañado por la ofensiva israelí que se inició en octubre de 2023 a raíz de los ataques islamistas bautizados como Diluvio de Al Aqsa.

En este contexto Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), ha agradecido a Jordania y Egipto su postura contraria al plan de deportación propuesto por la nueva administración en Washington. En un comunicado, Abás ha aseverado que «nuestro pueblo está comprometido con permanecer en su tierra en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Palestina no está en venta». Además, ha valorado las «valientes posiciones fraternales» de varios países árabes y amigos que han rechazado los proyectos para desplazar al pueblo palestino y anexionar sus tierras.