Imagen del recuento electoral en Minsk. | Evgenia Novozhenina

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El Gobierno español denunció este domingo que las elecciones en Bielorrusia, que ganará el actual presidente, Alexandr Lukashenko, han carecido de «mínimos estándares democráticos» y se han caracterizado por «graves restricciones a la participación política» y al trabajo de los medios de comunicación. Mediante un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores se posicionó sobre un proceso electoral cuyo ganador será otra vez Lukashenko, según los sondeos a pie de urna, que le otorgan más del 87 % de los votos.

Tras seguir con «atención» el desarrollo de las elecciones, España «constata que dicho proceso no ha sido conforme a los más mínimos estándares democráticos, con graves restricciones a la participación política y a la labor de medios de comunicación independientes». El ministerio que dirige José Manuel Albares expresó, por tanto, su apoyo a las «aspiraciones democráticas del pueblo bielorruso y de la oposición democrática», y por ello, exigió «la celebración de unas elecciones libres, inclusivas y con todas las garantías».

También «el fin de la represión y el respeto pleno de los derechos humanos y libertades fundamentales, incluyendo los de opinión, manifestación y participación política, así como la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos».

Lukashenko accederá tras las elecciones a un séptimo mandato que le permitirá seguir gobernando hasta 2030, sin que la oposición en el exilio le reconozca como legítimo presidente. A sus 70 años, Lukashenko era ya el gobernante europeo que llevaba más tiempo en el poder, desde 1994. Tras votar en Minsk, la capital, este domingo, aseguró que le da igual que los países occidentales no reconozcan las elecciones.