Los fuegos artificiales iluminan el cielo sobre la Ópera de Sídney y el Puente del Puerto durante las celebraciones de la víspera de Año Nuevo en Sídney. | Efe - BIANCA DE MARCHI

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Mientras el mundo occidental sigue esperando la llegada del nuevo año, los países ubicados en el océano Pacífico ya han comenzado a celebrar el 2025. Con la línea de cambio de fecha pasando por esta región, lugares como Tonga, Samoa y Kiribati han sido los primeros en despedir el 2024. Estas islas, conocidas por estar entre las primeras en ver el amanecer del nuevo año, marcan el inicio de las festividades que, al otro lado del mundo, se irán replicando a medida que avance la jornada en cada zona horaria.

El 2025 también ha dado comienzo en lugares como Australia, en concreto, a las 14:00 horas españolas. Esto se debe a la rotación de la Tierra, que divide el planeta en 24 husos horarios diferentes, haciendo que Australia sea uno de los primeros países en recibir el año nuevo. Así, pasado el mediodía en España, los australianos ya estaban celebrando la llegada del Año Nuevo 2024, señalando el inicio de las festividades que se extenderán por todo el mundo.

Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, se ha convertido en la primera gran urbe en recibir el 2025, con miles de personas reunidas para la tradicional cuenta atrás. La celebración ha incluido un impresionante espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde la Sky Tower, la estructura más alta del país, iluminando el cielo con colores vibrantes. Además, el centro de la ciudad ha sido el escenario de un espectacular show de luces que ha deslumbrado a los asistentes, marcando el inicio de un nuevo año lleno de esperanza y alegría.

Por otro lado, la última región en recibir el Año Nuevo 2025 será el archipiélago de las Islas Baker y Howland, territorios bajo la soberanía de Estados Unidos. Situadas en el océano Pacífico central, estas islas sin habitantes serán testigos del final de las celebraciones globales. Debido a su ubicación, son las últimas en experimentar el cambio de año, ofreciendo una transición única en el calendario mundial. Aunque sin habitantes, estas islas siguen siendo el último espacio habitable que despide el 2024 en La Tierra.