Estas conclusiones dibujan «un panorama de un problema de drogas tan extendido como complejo», según el director del EMCDDA, Alexis Goosdeel, que consideró que las muestras de aguas residuales pueden ser una «alerta temprana de las amenazas emergentes para la salud».
La cocaína sigue al alza
Los restos de cocaína detectados en aguas residuales registran aumentos desde 2016, aunque con «cierta fluctuación» durante el confinamiento por el coronavirus. Siguieron siendo más elevados en las ciudades europeas occidentales y meridionales, especialmente en Bélgica, Países Bajos, España y Portugal, pero también se encontraron trazas en la mayoría de las urbes de Europa oriental, donde hubo aumentos. Más de la mitad (38) de las 66 ciudades con datos en 2021 y 2022 registraron incrementos en los residuos de cocaína, mientras que 18 no comunicaron ningún cambio y 10 una disminución. Además, otro reciente proyecto detectó residuos de crack en las 13 ciudades europeas que se incluyeron en ese estudio, con las mayores concentraciones de cocaína en Ámsterdam y Amberes, explicó el EMCDDA.
Las metanfetaminas se extienden
También se detectaron más residuos de metanfetaminas, que tradicionalmente estaban concentradas en República Checa y Eslovaquia pero ahora también están presentes en Bélgica, el este de Alemania, España, Chipre, Turquía y el norte de Europa (como Dinamarca, Letonia, Lituania, Finlandia y Noruega). De las 60 ciudades con datos en 2021 y 2022, casi dos tercios (39) notificaron un aumento de los residuos, 15 una disminución y seis una situación estable. En cuanto a las otras cuatro sustancias incluidas en el estudio - anfetamina, cannabis, MDMA y ketamina-, el panorama es «heterogéneo».
Las cargas más altas de anfetamina fueron notificadas en ciudades de países del norte y el este de Europa (Bélgica, Alemania, Países Bajos, Finlandia y Suecia) y fueron mucho más bajas en el sur, con aumentos o caídas en función de cada urbe. Para el MDMA, los residuos más elevados se detectaron en ciudades de Bélgica, República Checa, Países Bajos, España y Portugal. En general hubo incrementos en la mayoría en ciudades del sur y centro de Europa y una disminución en el norte. Las mayores concentraciones de cannabis se registraron en ciudades occidentales y meridionales, en particular de República Checa, España, Países Bajos y Portugal, con «tendencias divergentes» de aumentos o caídas. Por último, en 2022 se estudió por primera vez la presencia de ketamina, con las mayores cargas encontradas en ciudades de Dinamarca, Italia, España y Portugal.
Patrones semanales
El estudio detectó además «patrones semanales»: más de tres cuartas partes de las ciudades mostraron residuos más elevados de drogas típicamente recreativas (cocaína, ketamina y MDMA) durante el fin de semana, de viernes a lunes. Las otras tres sustancias «se distribuyeron de manera más uniforme». El grupo Score realiza campañas anuales de vigilancia de aguas residuales desde 2011 y desde entonces 65 ciudades han participado en al menos cinco, lo que ha permitido realizar análisis de tendencias temporales.
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