Planas se ha trasladado este lunes a Bruselas para participar en la reunión de los ministros de Agricultura y Pesca de la UE, donde España pedirá, apoyada por otros 15 Estados miembro, que la Comisión «concrete medidas» y ofrezca soluciones «a corto plazo». Esta es la respuesta del Gobierno español a un documento de la Comisión Europea que plantea la utilización en 2023 de una reserva de 450 millones de euros para el conjunto de la UE con un incremento de los techos de las ayudas de Estado pero que, a juicio de Planas, «no es una solución eterna». «La Comisión debe buscar mecanismos de apoyo más allá de la reserva, que además supone una detracción de los pagos de la Política Agraria Común (PAC), para utilizarlo para otras medidas», ha explicado el ministro, que aboga por «abrir nuevos senderos en el camino hacia la autonomía y soberanía alimentaria en materia de fertilizantes». «Tengámoslo claro: poco podremos hablar de autonomía alimentaria sin un elemento fundamental como los fertilizantes, que son, junto a las semillas, los chips de la agricultura», ha incidido.
Según ha explicado el ministro, la Comisión Europea hace una radiografía de la situación como consecuencia de la elevación de los precios del gas, lo que ha frenado la producción de fertilizantes nitrogenados en el momento más álgido, pasando de un 70% a un 50%. También los fertilizantes fosfatados han experimentado una subida de precios, lo que supone, como ha advertido Planas, un «auténtico problema» desde el punto de vista del abastecimiento para los agricultores y con «graves consecuencias» también sobre el precio final de los propios alimentos para los consumidores.
Por ello, el ministro ha llamado a buscar mecanismos de apoyo, que son «absolutamente necesarios» para resolver las dudas de los agricultores en relación con las siembras, cuyo rendimiento depende de la calidad del suelo, en la que juega un papel «fundamental» la fertilización. Otra de las propuestas de España para este Consejo agrícola es la de explorar nuevas vías de fertilización, tales como el uso de estiércoles y purines, así como la mejora del asesoramiento a los agricultores en esta materia. Por otro lado, ha señalado que España se encuentra «satisfecha» de que se haya podido «reconducir» el Acuerdo del Mar Negro de salida de cereales y oleaginosas porque le parece «necesario» de cara al abastecimiento de los mercados mundiales. Un acuerdo del que España también se ha beneficiado al adquirir dos toneladas de estos cultivos del total de 10 que se ha liberado.
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